Santo Domingo 25°C/25°C few clouds

Suscribete

EL CORRER DE LOS DÍAS

El aprendizaje gestual

Avatar del Listín Diario
Marcio Veloz MaggioloSanto Domingo

Mirando una entrevista a la eximia actriz italiana Sophia Loren la escuche decir que había comenzado su carrera como actriz aprendiendo gestos como actuante realmente muda de revistas donde las imágenes eran más importantes que la voz; las llamadas tiras de amor , también en muchos casos tiras cómicas, se llenaron de su imagen guiñando miradas, poniendo cara de placer en cada repetición del gesto que al fotógrafo y al director de las tiras le parecía ser el correcto y necesario, el más atractivo para el caso de sociedades cursis.

Se supone que puede existir el archivo temprano de sus primeras gestualidades.

Pero en este florilegio de sonrisas, coqueterías fotografiables, hubo maestros, nunca mencionados, especialista en momentos lacrimógenos, que le enseñaron como en una especie de catálogo, como debían ser esas expresiones de su cara para que coincidieran con la escenografía muda detrás de los cartelones pintados para envolver el gesto que la diva napolitana debería de “gestar” para cada sesión de “gestografía”.

Pero cuando Sophia llegó a la ciudad de Roma de la mano de Carlo Ponti y bajo la sombra de Dino de Laurentiis, se dio cuenta de que los gestos de papel, eran pasto de la rigidez, la decoloración y las liendres, aunque archivo, su primero, de un rostro que en el que la tinta del papel, cambiaba de gestualidad.

Dino de Laurentiis íntimo y su esposo, Carlo Ponti confiaron en que Sophia en el cine y por su cuenta desarrollaría las gestualidades que otro papel se insinuaría en vivo.

Ella, suprema inteligencia, atenta a una belleza muchas veces desmaquillada, alcanzo en la Historia del Mio Cid, la mirada enteriza de una reina, y muchos se inventó papeles donde su imagen es el resumen de grandes gestualidades.

Pero afirmaba haber olvidado de los nombres de los maestros de gestualidad para las tiras cómicas, los creadores de una ristra de expresiones para fotográficas quizás las que intuitivamente usaron nuestros viejos artífices de la lente: imágenes cumpleañeras, las de bodas de patios y traspatios, la de las caras ya inescrutables de los seres con la ultima vigencia grabada en un gesto ajeno al cuerpo ya imposible de modificar, el flash colectivo de los niños de los primeros años que sienten la primera gestualidad, al insuflarle nuestros gusto, resultando víctimas de nuestra gestualidad adulta, de algún modo silvestre cuando afecta la Inocencia original.

Tags relacionados