NEUMOLOGÍA
¿Cómo puedo tratar una crisis de asma?
La inflamación hace que los conductos se hinchen y produzcan grandes cantidades de mucosidad espesa. Además, los músculos que rodean las vías aéreas suelen contraerse, lo cual vuelve aún más estrechas las vías aéreas ya taponadas

Importante. Las crisis pueden y deben ser tratadas desde el principio, por lo que es bueno identificar las primeras señales de alerta.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia. En la actualidad, 235 millones de personas a escala mundial viven con esta enfermedad.
El asma es una afección crónica de los pulmones que provoca la inflamación de las vías aéreas (los conductos que transportan el aire hacia el interior y el exterior de los pulmones). La inflamación hace que los conductos se hinchen y produzcan grandes cantidades de mucosidad espesa. Además, los músculos que rodean las vías aéreas suelen contraerse, lo que vuelve aún más estrechas las vías aéreas ya taponadas. Estos factores provocan síntomas. Los síntomas característicos: tos, respiración forzada, silbidos al respirar y falta de aire.
En las personas asmáticas, las vías aéreas son demasiado sensibles a determinados factores (como alergias, infecciones virales, aire frío, ejercicio y humo) que pueden “desencadenar” o provocar los síntomas del asma. Las personas que padecen asma suelen notar que sus síntomas aparecen y desaparecen. La presencia de estos síntomas se denomina “ataque, crisis o episodio de asma”.
Las crisis de asma pueden ser peligrosas. Si su hijo comienza a sufrir crisis con frecuencia y necesita medicación de rescate (nebulizaciones, inhalaciones con salbutamol en aerosol) más de dos veces por semana, usted debe hablar con su pediatra. Es posible que sea necesario modificar el plan de tratamiento de su hijo.
¿Cómo puedo predecir una crisis asmática?
La gravedad y duración de las crisis asmáticas varían de persona a persona e incluso según la crisis. Las crisis pueden surgir sin previo aviso, con un ataque de tos repentino, falta de aliento, respiración ruidosa, silbidos y opresión en el pecho. Las vías respiratorias de las personas asmáticas están inflamadas y empeoran cuando se exponen de forma gradual a los desencadenantes, las crisis también pueden ir en aumento con el tiempo, sobre todo en personas cuya asma no está bien controlada.
Las crisis pueden y deben ser tratadas desde el principio, por lo que es bueno identificar las primeras señales de alerta que un niño puede experimentar desde que inicia la crisis. Estas señales son únicas en cada niño y pueden ser las mismas o diferentes en cada crisis asmática. Algunas señales de alerta son: ataque de tos, aunque su hijo no esté resfriado; carraspeo, respiración acelerada o irregular, fatiga inusual, problemas al sentarse o quedarse parado, sueño inquieto.
¿Cómo puedo evitar que mi hijo sufra una crisis asmática?
Para controlar mejor el asma de su hijo, haga todo lo que pueda para evitar estas crisis. Eso significa educar a su hijo para que: tome los medicamentos prescritos por el médico; siga al pie de la letra el plan escrito de control de asma, tenga a mano en todo momento la medicación de rescate; evite los desencadenantes asmáticos, como los alérgenos.
¿Qué hago cuando mi hijo sufra una crisis?
No todas las crisis pueden prevenirse. Las crisis asmáticas requieren una atención inmediata, ya que pueden poner la vida en peligro. Quizás su hijo necesite tomar medicación de rescate, ir al médico o, incluso, al hospital. Por esa razón, usted debería disponer de un plan de acción contra el asma. Hable con el pediatra sobre la elaboración de ese plan escrito, que proporciona instrucciones sobre cómo tratar los cambios en la respiración de su hijo. Esto le ayudará a saber qué hacer exactamente, incluso en situaciones de emergencia.
Novedad es un respiro alentador
La buena noticia es que en la mayoría de los niños, el asma se puede controlar; a veces tan bien que algunos solo tienen crisis asmáticas con muy poca frecuencia, mejorando así su calidad de vida y pudiendo llevar una vida normal.
El proceso de aprendizaje es la parte más difícil del control del asma. Entre el momento en que se emite el diagnóstico de asma y el momento en que este trastorno se controla de la manera adecuada, hay mucho que aprender y mucho que hacer.
Su hijo quizá tenga alguna crisis mientras está aprendiendo a controlar el asma, pero usted no debe sorprenderse ni desanimarse por eso. Consulte a su pediatra para más información. Controlar el asma puede llevar tiempo y energía, ¡pero vale la pena el esfuerzo!
Doctor Alcedo Hernández, pediatra neumólogo HGPS.

