QUO VADIS
Cuando Bosch salvó a Balaguer
En el año de 1972, siendo Joaquín Balaguer presidente de la República, se fraguó un atentado en su contra con poderosos explosivos que harían volar su auto al transitar por la calle César Nicolás Penson, que era la ruta utilizada para llegar desde su residencia de la Ave. Máximo Gómez Núm. 25 hasta el Palacio Nacional.
Los Palmeros o Comandos de la Resistencia Dominicana, entrenados desde 1967 en Cuba, eran la avanzada militar y la logística urbana en el país del proyecto insurreccional del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Como bien explica la escritora Emilia Pereyra en su artículo titulado “La intensa batalla en que acribillaron a Los Palmeros”: “la misión del grupo era fungir de avanzada. Tuvo el apoyo del gobierno cubano y de revolucionarios dominicanos vinculados al movimiento 14 de junio, cuyo objetivo era combatir al régimen balaguerista, para instaurar en el país un gobierno socialista”.
El día l2 de enero del l972 un comando mixto de la Policía y del Ejército enfrentó al líder de los “Comandos de la Resistencia”, Amaury Germán Aristy junto a sus tres compañeros Virgilio Eugenio Perdomo, Bienvenido Leal Prandy (La Chuta) y Ulises Cerón Polanco, los cuales fueron abatidos en las inmediaciones del km. 12 de la autopista Las Américas, pero ellos también mataron a 8 uniformados e hirieron a múltiples de ellos.
El intento de matar a Balaguer era la respuesta de “Los Palmeros” a la muerte de su líder Germán Aristy, asumiendo la dirección de esos “Comandos de la Resistencia” Miguel Cocco, con el seudónimo de “Comandante Guillermo”.
El 4 de abril de 1972 tropas policiales invadieron el campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en ocasión de un homenaje a los “los Palmeros”.
Días después se puso en marcha un plan macabro, en el mismo mes de abril de ese año. El comandante Guillermo había preparado todo con unos expertos en explosivos, poniendo cargas mortíferas en las alcantarillas de la calle César Nicolás Penson, que debían ser detonadas a control remoto al paso de la caravana del presidente Balaguer.
Miguel Cocco le confió a Juan Bosch la trama contra Balaguer. Contrario a lo que esperaba, Bosch se escandalizó y le pidió que desactivara inmediatamente ese plan magnicida, ya que de ejecutarse habría teñido de sangre las calles dominicanas.
Bosch le imploró y lo disuadió de llevar a cabo ese plan. Cocco dió la orden a sus militantes de que retiraran todos los explosivos.
Casi 25 años después, cuando Miguel Cocco junto a Guaroa Liranzo van a la casa del presidente Balaguer para negociar lo que fue el Frente Patriótico, que llevó a la presidencia al doctor Leonel Fernández, Balaguer con sus salidas dice delante de todos los presentes dirigiéndose al entonces dirigente peledeísta Miguel Cocco: “gracias por dar la orden de que no me mataran en 1972. Le debo la vida al profesor Juan Bosch y a usted que
paró esa ejecución”. ¡Así se escribe la historia!