Tribuna del Atlántico
Harris vs Trump, prueba de fuego para los EE. UU.
Los Estados Unidos, enfrentan la que probablemente es la mayor prueba de fuego, a la solidez de su democracia y de su sistema electoral, en sus 248 años de independencia, en unas elecciones que se aventuran reñidas y radicalizadas.
A pocos días del 5 de noviembre, las encuestas marcan un panorama incierto, en el que cualquier cosa puede pasar, con diferencias que no llegan ni al 1 por ciento, en la votación general y en los estados decisivos.
Donald Trump que emergió del atentado contra su vida, con un aire de figura casi invencible, ante un Joe Biden disminuido, se ha visto contra las cuerdas a partir del momento en que los demócratas lograron la renuncia del presidente y lo apostaron todo, a la vicepresidenta Kamala Harris, que no sólo mejoró las posibilidades de su partido, sino que por momentos ha dominado la contienda.
Al llegar a la recta final, los Estados Unidos lucen divididos en dos mitades casi iguales, en un resultado electoral que se proyecta extremadamente cerrado, que no solo pondrá a prueba su sistema electoral, sino la unidad que le ha permitido en dos siglos y medio, convertirse en la principal potencia del mundo.
Pondrá igualmente a prueba el método de las 13 llaves, del profesor Allan Lichtman, que le ha permitido pronosticar con éxito los resultados electorales de los últimos 40 años, con una sola excepción, las elecciones del 2000, en las que George Bush, venció por la mínima a Al Gore, en un proceso plagado de cuestionamientos. Lichtman pronostica el triunfo de Kamala Harris.
Kamala Harris, la primera mujer, negra y asiática, en aspirar a la presidencia, con una trayectoria que viene de la justicia, donde fue fiscal, luego senadora y actualmente vicepresidenta, representa el ideal norteamericano, hija de inmigrantes, afincada en los valores democráticos, representa la estabilidad y claro, la visión liberal de su partido.
Donald Trump, enganchado en la plataforma republicana, es la quintaesencia del millonario con escasos escrúpulos, dispuesto a todo por lograr sus objetivos, con una visión díscola del quehacer político, de quien reniegan decenas de los funcionarios de su primer gobierno.
Contra todo pronóstico, Trump demuestra fortaleza y condiciones para vencer, luego de más de 30 procesos judiciales, convicto, es la única persona que luego de estar acusado y condenado por delitos sexuales y otras felonías, sigue siendo candidato con posibilidades.
Su candidatura es más que una prueba de stres para un país que enfrenta serias amenazas para su liderazgo comercial y militar.
Pero más allá de la amenaza que representa para los Estados Unidos, su forma de conducir el gobierno, está el hecho de ser el individuo que más a puesto a prueba la estabilidad política de su país, al intentar impedir la ratificación de la victoria de Joe Biden y propiciar el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Si logra la victoria pondrá definitivamente en riesgo el liderazgo mundial de su país y si resulta derrotado intentará descalificar el resultado electoral.
Esta semana su campaña ha entrado en terreno cenagoso, cuando en un mitin, uno de sus seguidores se ha expresado de forma irrespetuosa contra los puertorriqueños, como antes con los mexicanos, haitianos y otros grupos.
La nación de Washington, Lincoln y Luther King, la tierra de promoción para tanta gente de todos los rincones del planeta, tiene el martes, la que podría ser, su mayor prueba de fuego.