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La Sophy regala una noche sinfónica y de canciones nostálgicas a su fanaticada dominicana
La artista cerró con broche de oro la presentación musical de casi hora y media con “Quisqueya”, una canción de su compatriota Rafael Hernández dedicada a República Dominicana
Luego de varios años de ausencia de los escenarios dominicanos, la intérprete de la música romántica Sophy le regaló una noche inolvidable a su fanaticada en un concierto casi perfecto en el que su voz entonó al ritmo de 60 músicos de la Filarmónica de Santo Domingo.
Marcaban las 8:44 de la noche del sábado cuando la orquesta dirigida por el maestro Amaury Sánchez inició a tocar las primeras melodías de los éxitos de la puertorriqueña, despertando las ansias del público que deseoso de cantar junto a la artista coreaba las canciones y aplaudía en espera.
Bastaron unos minutos para que con su energía y presencia escénica característica la Sophy pisara el escenario de la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito entonando “Perdón”, uno de sus más grandes éxitos al que se unieron todos los presentes.
“Me siento feliz, le doy gracias a Dios por estar con ustedes, muchas gracias por el cariño que siempre me han brindado”, fueron las palabras con las que se dirigió al público para acto seguido continuar el repertorio musical con canciones como “Compárame”, “Necesito de ti, “Conversemos”, “Lo mejor de mi” y otros.
La Sophy de Puerto Rico no paró de expresar cuanto se disfrutaba la puesta en escena, casi como lo hacían los presentes quienes a petición coreaban a tono los títulos de canciones que anhelaban escuchar en la velada, que la artista y los músicos complacían a gusto para el disfrute de la fanaticada que se mantuvo animada durante la casi hora y media que duró el concierto.
“Estoy gozando aquí adentro, de verdad que sí”, manifestaba Sophy, quien fue agradada por los fanáticos con flores y expresiones de cariño.
El maestro Amaurys Sánchez también se permitió interrumpir la burbuja musical para agradecer a sus asistentes, quienes colaboraron en los arreglos de seis de las 20 piezas musicales que se cantaron íntegras, entre ellos dos egresados de la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y Federico Méndez, maestro de la casa de estudios.
“Perdón que interrumpo, pero lo quería decir para que sepan que la música es la perfecta sincronía entre el arte y los sentidos y se abre paso a través de todas las edades y es el lenguaje universal que nos comunica a todos con el espíritu”, dijo Sánchez.
A esto le siguió la interpretación musical y drama a los sencillos “Canción para una esposa triste”, “Yo soy una mujer y no soy una santa”, “Te Tengo que decir adiós”, “Vicio”, “Un amante así”, “Hoy voy a cambiar” y “Locuras tengo de ti”.
Para que luego la Sophy interpretara una de las más solicitadas de la noche, “Muchacho malo”, una que a ritmo de merengue además de cantar junto a la artista, parados y aplaudiendo desde sus asientos corearon y bailaron los fanáticos.
“Que vas a hacer sin mí”, “Soy lo prohibido”, “Te acordarás de mi”, fueron otras de las canciones que cantó la baladista antes de introducir su despedida.
“Antes de irme quiero decirles que no me olviden, porque yo no me olvidaré de ustedes”, dijo antes de solicitar a todos ponerse de pie y vocalizar “El ritmo de la noche”, canción que suponía el punto final.
No obstante y luego de retirarse de escena, Sophy regresó al escenario y regaló un último baile con “Quisqueya”, una canción escrita por su compatriota Rafael Hernández dedicada a República Dominicana, con la que la artista cerró con broche de oro la presentación musical a las 10:26 de la noche.