Umbral

África en el nuevo escenario geopolítico (2)

Los acontecimientos que precedieron la salida de las tropas estadounidenses de Níger, surgidos de un golpe de Estado que a su vez tiene origen en situaciones vinculadas a históricas relaciones de poder con potencias extranjeras, enganchan con el proceso de cambio que, en el marco del ascenso de países que hasta hace pocos años eran considerados periféricos, y el descenso de las potencias centrales, define un nuevo esquema geopolítico caracterizado por la descentralización de las riquezas y del comercio; la aparición de una nueva diplomacia que reclama su independencia de las armas; del diálogo respaldado por el cañón que se desmarca de la retórica de las naciones hegemónicas; una suma que comienza a definir la nueva arquitectura financiera global capaz de despolitizar o, al menos, equilibrar su actual estructura.

Bajo esa dinámica dialéctica, Níger que alcanzó su independencia formal en 1960 -pues seguiría siendo dependiente- de Francia, cuenta con una superficie de 1, 277,000 kilómetros cuadrados, una población que supera los 25 millones 350 mil habitantes y un ingreso per cápita de 1, 579 dólares, lo que le convierte en uno de los países africanos más pobres, a tal punto que dos tercios de sus ciudadanos viven por debajo del umbral de la pobreza. Políticamente inestable, la nación ubicada en lo que se conoció como África Occidental Francesa, y que es el cuarto país más pobre del mundo, de acuerdo al índice de desarrollo humano que lo ubica en el puesto 187, colocó el 26 julio de 2023 uno de los eslabones que se encadenan para reorientar el curso de las relaciones internacionales: el golpe de Estado que derrocó al presidente Mohamed Bazoum y llevó al poder al general Abdourahamane Tchiani, quien recibió el respaldo de Malí y Burkina Faso, naciones hermanas del Sahel Central que habían adelantado sus pasos hacia las nuevas rutas de la autonomía panafricana, impulsada por Muamar Gadafi desde una Libia que desarrollaba un estado de bienestar a la africana que Occidente no toleró.

Abandonar la mayor base de drones estadounidenses (dato que revela Mayeni Jones en un trabajo publicado en BBC News Mundo el 29 de septiembre de 2023 bajo el título: “Francia nos toma por idiotas”: ‘la tención contra el país europeo que vive Níger tras el golpe militar) u occidentales, que para los fines es lo mismo, y permitir la entrada a un rival enfrentado en varios escenarios bélicos, aunque sea de manera indirecta, es un suceso de gran envergadura, si tomamos en cuenta el desplazamiento del aliado (Francia) que dominó el país por décadas, primero como colonizador y luego como “protector” o neocolonizador por el papel jugado después de la creación de la República.

Níger, con un 5%, es un importante productor de uranio después de Kazajistán, 46%; Namibia, 12%, Canadá, 10%; Australia, 8%; Uzbekistán, 7%; Rusia, 6%, y otros un 6% de este combustible esencial para producir energía nuclear y crear armas de destrucción masiva. La segunda economía europea mantuvo el monopolio de la explotación y comercialización del material, sacando ventajas económicas a través de la empresa Orano, que además de operar con exenciones de impuestos, para 2010, por ejemplo, extrajo un total de 114, 346 toneladas métricas, que en términos de exportaciones representaron 3.5 millones de euros, de los que el país africano recibió 459 mil euros, lo que equivale a un 13 por ciento, de acuerdo a lo que nos cuenta Carlos Luján Aldana, en una publicación del 1/3/2022, aparecida en el portal Tlilxayac.com, en un análisis que tituló “Níger en la oscuridad: la pobreza, los recursos naturales y la seguridad energética”.

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