Casos Aerodom y Faride (?)
Por más bonanzas que los defensores les atribuyan a la renegociación y extensión del contrato con Aerodom, y a pesar del “piropo “reciente del presidente Luis Abinader a la senadora Faride Raful, más tarde o más temprano al país y al PRM-gobierno les habrían de repollar el costo político y las consecuencias de la decisión oficial y manejo controversial de ambos casos. En uno y otro, el ruido fue innecesario e inconveniente. Para un gobierno que promovió un discurso de transparencia y que busca reelegirse, como para un PRM que debía proyectar la imagen de fortaleza interna y de promover a sus más idóneos representantes a las posiciones electivas. Nos centramos en el caso Faride: Marque lo que marque en las mediciones, ella - por juventud, por méritos y por desempeño como legisladora- es la ideal y la que está en mejor condición de competir y hacer un mejor papel frente a quien la percepción proyecta en la actualidad con los números más altos, el joven Omar Fernández. Y si el PRM reservó la plaza del Distrito Nacional, debió ser para ella y decirlo temprano, no estar amagando y no dar o filtrando nombres, a modo de tanteo y de invento, que ha devenido en un torpe y dañino error. Primero, porque ha sembrado dudas y disgusto por maltrato inmerecido en la propia Faride y, segundo, porque al dar la impresión de que no tienen quién le garantice el triunfo en la Senaduría del Distrito y andan buscando un candidato, reconocen implícitamente el posicionamiento del que lleva la alianza opositora, al quien, por demás, le hacen una campaña gratuita con esa siembra de dudas e indecisiones. Ninguno de los mencionados haría el papel de Faride, sino probablemente el ridículo frente a Omar. Y si fuere Guillermo, ni hablar, a quien una vez una “encuestadora” del mercado le daba un 20%, pero la urna registro un 1%. Si la estrategia, como algunos piensan, fuera llevarlo solo con el fin de que ataque a Leonel, quien en su primer mandato diera papel protagónico a él y a su distinguida esposa, simplemente habría sido una mala apuesta, por el riesgo de que el tiro salga por la culata (¿). El elogio de Luis, como la extrañeza de Faride por la salida del gobernante, aumentan las dudas o el enigma sobre el real trasfondo del tema que nos ocupa. Si Faride es una estrella - como lo es - y el DN “le queda chiquito” y le quieren en otro rol, entonces ¿por qué, de entrada, no le llevaron a presidir el Senado o, pese a que la señora Raquel (2) lo ha hecho muy bien, no le ofertaron la Vice con miras al 24? Porque, y si se la ofrecen de otro litoral, si el “piropo” fuera solo un calmante, pero el disgusto ya algo profundo e insalvable? Esperemos.