Inaceptable, el peloteo de la pésima calidad educativa entre el Minerd y la ADP

La Asociación Dominicana de Profesores (ADP), gremio de los docentes del sistema preuniversitario oficial, anda exhibiendo los resultados de “su estudio” sobre las deficiencias que, luego de nueve años recibiendo el 4% del PIB y aumentos de sueldos a mansalva y reiterados al profesorado y al personal del sector, revela graves incumplimientos y deficiencias del Ministerio de Educación (Minerd).

“Listín Diario” recogió anteayer la formidable socionarrativa de un sindicato que no es en lo absoluto fiable pues no respeta siquiera a sus colegiados y sus directivos principales salen millonarios de sus ejercicios. Búsquese un ex presidente de la ADP que continúe ejerciendo la docencia en las aulas públicas y no lo encontrará. El irrespeto es mayor: el último Estado Financiero que socializaron con su membresía a través de su portal data de julio-septiembre del 2019.

No hay, en el portal “asociaciondominicanadeprofesores. org”, una publicación que permita a los usuarios del sistema educativo nacional y a los afiliados a ese gremio saber por dónde anda su institución y lo que sus directivos hacen con su dinero.

Está claro que ese gremio tiene todo el derecho a determinar el estado de situación del sector educativo en lo referente a las infraestructuras, servicios, procesos y garantías que debe suplir el Minerd, ese elefante blanco, burocratizado hasta la más monumental infuncionalidad y, mal gestionado y, por demás, históricamente corrupto.

El tema es que Minerd y ADP, con relación a los pésimos resultados que el país obtiene en calidad educativa, pese a invertir una astronómica cantidad de recursos financieros y empleando un numeroso ejército humano, ¡se están lanzando la “papa caliente” de la responsabilidad! Sin asumir el tema como la gravedad manda: con deseo de superar la situación y enfrascarse honesta y apasionadamente en mejorarla.

El sistema educativo posee lo que anhelábamos —y en su momento demandamos— los de nuestra edad.

La gestión educativa dominicana se ha caracterizado por hacer fiesta y pretexto de las estadísticas relativas a cobertura educativa, inversión pública por estudiante, etc. Sin embargo, preguntamos, ¿la educación es pretexto para, de los recursos asignados, hacer fiesta pues nada les cuestan (!): vagando, convirtiendo las instalaciones en hotelerías y centros de entretenimiento dónde una sociedad de escasos recursos deposita los hijos para que aprendan poco o nada, contrario a lo que manda la Constitución y la ley Orgánica 66-67 de Educación asigna como deber ser a la entidad responsable de este servicio estelar, el Minerd: a sus funcionarios y empleados, incluyendo a los profesores de la ADP?

Siendo señalados por la sociedad y los padres por la baja calidad educativa, los profesores andan culpando al Minerd, entidad que a la vez la descarga contra la ADP. El Minerd y la ADP quieren —¡bárbaros!— que los padres eduquen a los hijos en casa. Es decir que están solicitando el cierre de ese ministerio, lo cual parece ser la solución. Ambos, incumpliendo, tienen la cachaza de, esporádicamente, presentar sus “estudios” para lanzarse la papa caliente de la responsabilidad sobre el desastre que les generan al sistema educativo nacional.