LA y el grito de guerra
Con tres encuentros masivos realizados en los municipios Norte, Oeste y Este de la provincia Santo Domingo, y con la arenga de “ni vuelven ni van” como grito de guerra, el presidente Luis Abinader (LA) arrancó sus acciones proselitistas.
El mandatario, hablando desde su condición de virtual candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM), instruyó a las tropas oficialistas a salir a las calles en busca de los votos vencedores teniendo como divisa fundamental la honestidad y una buena obra de gobierno realizada bajo situaciones y condiciones adversas e inesperadas. Abinader, líder del PRM y puntero en todas las encuestas, ha establecido la lucha contra la corrupción y la impunidad como el buque insignia de su proyecto, que diferencia de la oposición política, a la que acusa de haber gobernado de espalda al interés nacional y con la única finalidad de enriquecerse de forma ilícita. Recalcando que esta gestión se ha administrado con honestidad y responsabilidad fiscal, el presidente-candidato llama a los perremeístas a ser guardianes de la transparencia recordando que esa formación política nació con la finalidad de devolver la dignidad al país y para luchar por la libertad, la justicia e igualdad de oportunidades. Es obvio que la estrategia de campaña de LA procura convertir la popularidad del gobernante en los votos partidarios que le permitan ganar en primera vuelta sobre la base de una acción gubernamental donde, y pese a las consecuencias de la pandemia y de un entorno internacional hostil, se pueden exhibir logros significativos en materia de infraestructura, recuperación, crecimiento, estabilidad y desarrollo.
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