Pronóstico

El clima es traicionero, todos los pronósticos indicaban que nos ahogaríamos de calor, debido al polvo del Sahara que arroparía al país y sus alrededores. Afortunadamente, el cielo amaneció de un azul rabioso, el sol brillo calmadamente y hasta la temperatura bajo, permitiéndonos respirar a todo pulmón.

No sé si será el cambio climático o este mundo que últimamente parece que se encuentra patas arriba, el asunto es que el fin de semana trascurrió con un chubasco que duró muy poco y ¡una que otra llovizna que no alcanzo, ni siquiera a mojar las plantas de mi jardincito!

El cambio climático tiene a medio mundo preocupado, pero la naturaleza parece no hacerle caso a los augurios nefastos. En lo que escribo estas líneas el temido calor se ha ido de vacaciones, así que cómodamente, sin el auxilio de ningún aparato, estoy reflexionando sobre las amenazas y la suerte que tenemos de gozar de un clima que no nos agote, ni nos haga sudar a mares.

Emma estuvo en su pueblo y llegó pregonando lo mismo. En el campo hasta un poquitín de frío se sintió. Me da la impresión de que los pronósticos del clima se asemejan a los de la política y como aquellos, muchas veces, ¡no aciertan!