REALIDAD Y FANTASÍA

Acerca de los museos

María Cristina de Carías

María Cristina de CaríasArchivo LD

Volvió la Noche Larga de los Museos, durante la cual se puede visitar gratis cualquiera de los museos. Es una buena iniciativa, las familias pueden visitar con sus hijos estos lugares dedicados a diferentes aspectos de la historia, la geografía, el mundo natural, aspectos de nuestra historia colonial, muestras de los aborígenes que poblaron la isla, en fin, afortunadamente, contamos con variados museos.

Muchos de estos han sido restaurados y remozados, sobre todo los situados en la Plaza de la Cultura. De aquellos en la Zona Colonial, algunos están siendo sometidos a una restauración, otros, curiosamente, no entraron en esa lista.

No sabemos quién fue la autoridad que tomó esas decisiones, lo que sí es seguro es que no fue un profesional de la museografía. Tampoco sabemos quiénes están a cargo de las restauraciones y si se toma en cuenta la restauración de las piezas que han sufrido por el tiempo y el descuido.

En ningún momento he leído en ningún diario ni en las redes sociales que estos trabajos comprenderán talleres especializados en restauración para cada uno de estos museos. Hace años se creó un taller de restauración para las piezas del Alcázar de Colón; mientras estuvo en operación, fue dirigido por especialistas preparados en Europa para esos fines. Luego, un buen día, el taller fue trasladado al Archivo General de la Nación.

Cada museo, del género que sea, debe tener un taller para restaurar y reparar las piezas. Estas requieren de revisión periódica y de una cuidadosa limpieza que no puede ser efectuada por una empleada con un paño, como si se tratara de cualquier casa de la ciudad.

Un museo, para desempeñar su función adecuadamente, debe contar, además de sus salas de exhibición, con departamentos dedicados a su mantenimiento y restauración, talleres de investigación, oficinas de administración y otras dependencias auxiliares como son las de planificación de actividades, archivos de clasificación de las piezas con que cuenta. Cada pieza debe contar con una ficha en donde se describe no solo su origen y estilo, sino todo lo concerniente a ella, fotografiada y clasificada. Estas dependencias, a las que no tiene acceso el público en general, deben y tienen que ser manejadas por especialistas.

Un museo es una institución educativa pero también es un ámbito en donde el espíritu se recrea, contemplando obras que, de otra manera, solo conoceríamos por fotografías. Para que la visita sea completa, debe de tener aparatos de audio que expliquen con detalle cada una de las piezas exhibidas. Si se emplean guías, estos deben, por obligación, tener una completa preparación e información. Lamentablemente, eso no sucede en nuestro ámbito, la falta de preparación es la característica general.

Confío en que, con el entusiasmo despertado por la Noche Larga de los Museos, se despierte también la conciencia de que cada institución museística debe estar completamente dotada.

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