DESDE LA ÚLTIMA BUTACA

The President Barber

Song Kang-ho no solo tiene ojos achinados y un carisma fuera de serie. Lleva en su piel el alma del coreano, y el cine se ha apropia­do de esa peculiar simbología. Lo mismo triunfa en personajes históricos, policiacos, mafiosos, simpáticos y de natu­raleza popular.

Ha sabido estudiar los guiones que acep­ta, convencido en su responsabilidad pro­fesional frente a la cámara, en busca de trasmitir una identidad similar a los 36 mi­llones de compatriotas que lo siguen y lo aplauden.

Su rostro no es prototipo en occidente. Allá, los resortes del ser humano revisten connotaciones mucho más emotivas y visi­bles. El co-protagonista de “Parásitos” tras­mite a un coreano sensible, noble, humilde, ingenuo, solidario ; un coreano que sabe mirar de frente y no oculta cartas debajo de la manga.

En esta cinta, encarna a un barbero po­pulr ubicado en 1961 hasta décadas posteriores. Su guión se adentra en los oscuros episodios vividos en el país en ocasiones convulsas.

Ese “barbero” es llevado a la Casa Azul todos los lunes a recortarle el cabello al Presidente coreano, y allí conocerá de primera mano, los entramados y secre­tos bajo la efervescencia política del go­bernante.

El filme aporta una mirada noticiosa que sabe unirse a la historia personal del protagonista y su familia, quienes debe­rán vivir momentos difíciles para salir delante de situaciones adversas.

En el año de su realización (2004) to­davía el cine coreano no contaba con los recursos tecnológicos que lo han situado entre los mejores del mundo, pero aún así, su puesta en escena se adopta un ai­re de profesionalidad, unas tomas foto­gráficas no discretas, y una escenografía sencilla y sobria. Su ritmo narrativo ca­paz de conmover. La dirección de actores supo exigir la sensibilidad a cada actor para transformar la personalidad indivi­dual y ubicarla en el contexto donde ocu­rre la historia.

Estamos en presencia de un producto singular que el paso del tiempo ni la añe­ja ni la empequeñece. “The president’s barber” no es una obra menos. Su tema, “la vida coreana durante la dictadura”, es uno de los ejes fundamentales del cine peninsular de este presente.

Ficha técnica

País: Corea del Sur. Año: 2004. Dura­ción: 116 minutos. Dirección y guion: Im Chan-sang. Reparto: Song Kang-ho, Mo­on So-ri y Lee Jae-eung.

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