Las Cinco Habilidades

A los jugadores de béisbol de todos los días los expertos los evalúan sobre la base de cinco habilidades físicas.

Bateo, que es la capacidad de hacer contacto sólidos del bate con la bola dirigiéndola hacia territorio que le permita adueñarse de por lo menos una base.

Poder, un derivado del bateo y consiste en poseer el vigor suficiente para en los contactos la bola viaje largas distancias.

Velocidad, que debe considerarse como una adición de la ofensiva con la cual el atleta busca obtener ventajas cuando consigue ocupar las almohadillas, ya sea en los intentos de robos o logrando avances extras con sus batazos o los de sus compañeros.

Después de todo, una clave del juego es lograr recorrer las cuatro bases a la mayor brevedad.

Defensa, consistente en la capacidad de resguardar correctamente las posiciones que les toca defender. En un deporte como el béisbol, en el que ocho de los nueve hombres que componen la alineación tienen que actuar en los dos planos, el ofensivo y el defensivo, esta tiene importancia vital. En posiciones defensivas como la receptoría, el campo corto y el jardín central, la habilidad para defender es más importante que la ofensiva.

Por último está el vigor y la certeza para desprenderse y disparar la bola con el brazo cuando llega a su poder. Es parte de la defensa y asimismo hay zonas es la que es imprescindible dominar esta habilidad para tener eficiencia resguardándola.

Estas destrezas se determinan con cierta seguridad a través de las estadísticas, sobre todo el aspecto ofensivo y con el advenimiento de las nuevas tecnologías se ha profundizado en partes de la defensa que antes eran muy difíciles de medir. No obstante, el individuo que es el jugador necesita también, para alcanzar el gran éxito, otras cinco habilidades de conciencia que no se miden puntualmente. No hay forma de hacerlo y son inherentes a la condición humana. Me refiero al coraje, la ética de trabajo, la capacidad para trabajar en equipo, los instintos y la inteligencia.