Carta
CAMPAÑA ADELANTADA Señor director: Me atrevo a dirigirme a su despacho para comentar un asunto que está causando preocupación entre muchos ciudadanos que no tienen forma de hacerse oír en los medios. Se trata de la abierta campaña electoral que se ha iniciado en el país, primero en el ámbito partidario, y luego proyectado a toda la sociedad. Si bien es cierto cada quien es libre de hacer lo que considere mientras esto no perjudique a los demás o viole la ley, es cuestionable que habiendo salido de un proceso electoral tortuoso como el que vivimos en mayo pasado, ya se esté hablando de nuevas candidaturas de cara a unas elecciones presidenciales para las cuales faltan dos años. Sin importar de qué partido se trate, los precandidatos han salido a las calles como si se tratara de una justa ya convocada oficialmente, y no pierden dinero o esfuerzo para atraer a más simpatizantes, con el riesgo de perder con el desgaste que toda esta parafernalia significa. ¿La ley electoral pone límite a estas campañas a destiempo? Me parece que sí, pero ningún político está dispuesto a esperar más, sobre todo cuando están en juego intereses intrapartidarios que no son más que el afán de control absoluto de la organización política a la que pertenecen. Sería bueno llamar la atención sobre este punto, ya que aunque la politíca es la piedra angular de toda sociedad, no se puede evitar cierta distracción, sobre todo tratándose de los que están en el poder, cuando hay pendientes mil problemas y asuntos que afectan a la mayoría del pueblo dominicano. Creo que ese es el sentimiento de muchas personas, electores todos, a las que he oído comentar sobre el tema tratado. La gente común, señor director, está cansada de política. Si ahora estamos así, imagínense dentro de un año, cuando verdaderamente empiece el proceso electoral. En otras palabras, el país no tiene descanso, aunque ya eso pronto acabará con la unificación de las elecciones.