El tiempo siempre pasa factura, Y la historia de amor de este filme no se queda atrás. No sucede porque su interés haya decaído, sino por su carta de presentación, que incluye el sufrimiento del protagonista y la manera poco atractiva de integrar un elenco de primera categoría.  

Comenzando por el inmenso Willian Dafoe que en esta ocasión no lleva las de ganar por lo escueto de su personaje y su abrupta salida de la pantalla.

Otro gran actor inglés, Colin Firth, aparece reducido a un papel intrascendente, obediente a instintos militares dentro los límites de su amistad con el protagonista y, por supuesto, una supuesta ayudante de enfermería que solo sabe escuchar y andar detrás de los heridos, como liebre que intenta esquivar un disparo del cazador.