ESPECIAL PARA LISTÍN DIARIO
100 años de “Veinte poemas de amor…”
“Veinte poemas de amor y una canción desesperada", uno de los poemas con los versos más bellos internacionalmente conocidos y traducidos a decenas de lenguas, escrito por Pablo Neruda cuando aún era Ricardo Neftalí Reyes, celebra cien años. Neruda, cabe decir que este año también se conmemoran los 120 años de su nacimiento en Parral, ciudad central de Chile envuelta de un paisaje de sueño entre aguas de tres ríos y cerca de las nieves andinas, escribió el poema a los veinte años, fruto destacado de sus trabajos de primera juventud. Cincuenta y un años después, por su labor continuada y el peso de su obra como poeta, es galardonado con el Premio Nobel el año 1971, gracias al revulsivo de los "Veinte poemas..." y la referencia que significó para todos aquellos que con sensibilidades para enamorar y de enriquecer o recargar sus propios sentimientos más intimistas decidieron seguir la obra nerudiana o hacían los primeros borradores como personas de letras o aprendices de poeta. De hecho ¿quién no ha probado de construir frases más o menos coherentes para recitarlas a los veinte años precisamente con poemas de amor o de matices más íntimos?
Pablo Neruda, publica su primer artículo cuando tenía trece años en el diario "La Mañana”, de Temuco, ciudad capital de la araucanía chilena en el sur del país y a partir de este momento se inmersa en el mundo de la literatura, concretamente en la poesía una vez abandonados por completo los estudios. Publica, el 1923, el primer libro "Crepusculario” y al año siguiente ya llegan, no sin problemas de edición, los "Veinte poemas de amor..." Pablo Neruda, para poder escribir como lo hizo tuvo que ser además de sensible, una persona enamorada y efectivamente lo fue toda su vida. Lo estuvo de las mujeres, de los paisajes y de las cosas, el cuerpo de la mujer fue su paisaje favorito, el más completo y gozaba contemplando el mar y las playas, allí tenia las dos visiones. En las cosas veía y sentía las manos dc los demás utilizándolas, era todo un especialista y se le escuchaba comentando las particularidades y las maravillas de esas cosas, todo le parecía bello si había sido usado, este era el motivo esencial para coleccionarlas. Durante mis años de estudiante en Barcelona ayunaba un día a la semana para compensar la adquisición de un libro de Neruda en un quiosco de las Ramblas de la capital, el primero fue por necesidad los "Veinte poemas de amor…" de la editorial Losada de Buenos Aires publicado el 1970, el cual fue la base para mantener mi propio enamoramiento por la Obra nerudiana.