Los Juicios de Gabriel Fernández: un niño al que el sistema le falló

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Lourdes AponteSanto Domingo, RD

Ser un niño marcado por la desgracia, una madre inhumana y un padrastro que le servía de séquito del mal, esas son las primeras frases para hablar del calvario que relata el documental Los Juicios de Gabriel Fernández o al inglés Trials of Gabriel Fernández.

Gabriel Fernández, un niño de tan solo 8 años fue brutalmente asesinado y torturado por su madre y padrastro. Desde entrarlo en un baúl, sacarle dientes, quemaduras y golpearlo sin piedad hasta causarle una muerte súbita.

Pearl Fernández no quería tener a su hijo, al momento de alumbrarlo lo dejo abandonado en el hospital, donde sus familiares se encargaron de recogerlo y hacerse cargo de la pequeña criatura que ya gozaba del desprecio de su madre.

Su tío fue quien mostro mayor interés por el menor, incluso tuvo por 4 años la tutela del menor, la cual fue retirada luego de que su abuelo Robert Fernández indicará su desacuerdo de que Gabriel fuera tutelado por una pareja de homosexuales por lo cual pasa a mano de sus abuelos, en ese proceso nunca hubo acercamiento por parte de Pearl para el pequeño.

En el año 2012 Pearl Fernández y su pareja Isauro Aguirre se lo llevan a vivir con ellos para obtener beneficios del gobierno, destacando que junto con él se llevó a sus otros dos hijos que anteriormente tampoco residían con ella.

Las primeras señales de que las cosas no iban en orden la noto una maestra de Gabriel, la cual reporto los abusos al sistema pero los trabajadores sociales “no, notaron nada”.

Gabriel solo duro 8 meses bajo custodia de su madre.

Comer heces fecales de gato, quemar genitales, costillas rotas, heridas dentro de la boca y los labios, el cráneo fracturado, hacerlo vestirse con ropa de niña, dormir en un armario, todo esto fue parte de los sufrimientos de Gabriel Fernández, donde su único refugio eran sus pequeños hermanitos que a escondidas le daban trocitos de frutas.

Cuando la llamada al 911 fue reportada por manos de sus asesinos lo que dijeron a los sistemas de emergencia fue que Gabriel “sufrió una caída jugando con su hermano”, la escena encontrada por los paramédicos, la policía y los cuerpos castrenses fue tan terrorífica que a la fecha relatan cómo no ha podido salir de sus mentes aquel suceso.

El Departamento de Servicios Infantiles y Familiares también está involucrado en el caso.

Mi opinión

Gabriel, era un niño a pesar de no ser deseado, con quienes estaba le daban el amor necesario, un tío y unos abuelos que lo dotaban del cariño, la atención y condiciones necesarias. Pero los prejuicios le ganaron a la razón de ser.

“Gabrielito” como era llamado por sus verdaderos seres queridos, debió tener una larga y prospera vida, la avaricia de su progenitora porque madre no le llamaría, hizo que cada sueño del niño le fuese arrebatado de sus manos, con atrocidad, maldad e indulgencia.

Cuando se alega motivo principal la supuesta orientación sexual de un individuo para causarle cualquier clase de dolor, sitúa la perversidad de la mente del mal, ya que una criatura de 8 años aun no tenía los suficientes elementos para decidir sobre en qué iba a deparar su futuro, le robaron la oportunidad para que lo descubriera por sí mismo.

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