SÉPTIMO ARTE
El cine de Israel: un tesoro poco conocido
LOS MECANISMOS DE EXHIBICIÓN EN RD IMPIDEN DISFRUTARLO CON FRECUENCIA
De un país como Israel, con una filmografía exitosa, poco conocemos. Al hablar del séptimo arte que se produce en Tel Aviv vienen a la menta aquellas cintas que, como “Beaufort” o “Lebanon”, han sido distinguidas en los más importantes festivales internacionales, o las coproducciones con otras grandes cinematografías europeas, como Francia. A la República Dominicana no llegan noticias de sus actores, del fervor nacional y la aclamación por su disfrute, de sus premios, de su importante Festival (Jerusalén) y de la amplitud temática de sus argumentos. A partir de los años noventa, el cine israelí ha crecido junto a la sociedad, y su mirada crítica lo ha convertido en un fiel reflejo de los problemas de un país con un alto grado de desarrollo que no es como a veces lo dibujan quienes le adversan. Esa mirada nada complaciente y portadora de un humanismo sin límites se ha llevado a la gran pantalla bajo criterios muy profesionales. Las virtudes de esta cinematografía y que la distinguen de otras se relación con el interés del argumento, la sencillez de su puesta en escena, la entrega de sus actores, la música y banda sonora. Cada película israelí está edificada sobre un argumento que impacta. Su puesta en escena es precisa y cadenciosa. Su discurso transcurre sin traumas intelectuales que desvíen la atención del espectador. Sus actores demuestran esmerada profesionalidad y, como telón de fondo, se nutre de una música que fascina, junto a una banda sonora llena de misteriosas emociones. En esta entrega llegaremos al cine de Israel a través de cuatro cintas que sintetizan los valores apuntados. Final del mundo a la izquierdaEsta historia estremeció las salas donde fue exhibida, tanto fuera como dentro de Israel. Todavía hoy el público repite su visionaje. En apariencia, su tema líneal, se descubre en una primera lectura. Pero no es así. Su verdadero trasfondo se vincula con el inicio del desarrollo del Estado israelita, en los años 60, cuando ocurrió el florecimiento de su economía, y con la apertura de sus fronteras a una migración, que buscaba la “tierra prometida”. Estamos en presencia de un discurso con eminencias culturales, donde todo ocurre dentro de un contexto artístico cerrado, sin aristas pretenciosas ni pretextos moralizantes. La crudeza de la vida del inmigrante es presentada en medio de estridencias conceptuales que embrujan, gracias a una musicalización epocal muy bien seleccionada y a una banda sonora convencida de su papel mediador entre el drama y la constancia fotográfica. El reparto sabe no titubear. Es un trabajo colectivo donde nadie es segundo de nadie y tal vez, la única excelencia individual sea el rostro angelical de Neta Garty, quien subyuga con sus ojos color de la naturaleza y nos deslumbra con sus gestos y ademanes. Odio, racismo, seducción, libertad sexual y solidaridad humana son algunas de las subtramas que nos llegan envueltas dentro de planos muy bien editados y que saltan entre sí como la pelota del juego de críquet entre el equipo local y el profesional británico y que será la gran oportunidad de esa pequeña población para darse a conocer. Ficha técnica:País: Israel.Año: 2004.Duración: 110 minutos.Director: Avi Nesher.Sinopsis: En 1969, migrantes de la India llegan a Israel en busca de una vida mejor. Se establecen en un pequeño pueblo en el desierto, habitado por marroquíes. Los problemas surgen cuando los hindúes comprenden que su nuevo hogar dista mucho del mítico “Occidente” y cuando, además, se ven involucrados en una guerra cultural con los norafricanos. Bonjour Monsieur Shlomi Estamos frente a una comedia con toques dramáticos sobre la historia de un joven “en el buen sentido de la palabra bueno”, mucamo de su familia. Esto lo llevará a replantearse su vida desde una perspectiva humana. Él se siente feliz con lo que hace y no piensa tomar una decisión sobre su futuro. Llena de divertidísimas secuencias, giros inesperados y sencillez expresiva, el filme funciona como historia en sí, como lección de cinematografía y como divertimento a la hora de reflexionar sobre lo nada fácil de su trama. Esta historia convencional, que los hermanos Cohen deben haber aplaudido, contiene valores cinematográficos apreciables. Su secuencia narrativa transcurre con serenidad y agudeza. Bonjour MonsieurShlomi, no es un clásico, ni incluso una película innovadora. Es una obra que brilla por su argumento: los valores de un adolescente que se conforma con sobreproteger a su familia. Pero también aquí hay cine: la fluidez de su puesta en escena, la escritura de su guión, y el adecuado manejo de las secuencias donde el reflejo de la luz juega un papel fundamental frente a una cámara que, cuando sale al exterior, se esmera en captar las bondades de la cosmovisión, la hacen inolvidable. La musicalización contiene las partituras, suficientes para demostrar su correcta ubicación en el momento indicado para acompañar el discurso visual. Este fresco cultural nos llega gracias a una mano directriz que maneja la cámara con bastante soltura dentro de los espacios cerrados y que sabe transportar el carisma de sus personajes. Zarhin les enseño a sus actores que los seres que interpretan deben ser aceptados tal y como son. Contradicciones, temores, resentimientos y golpes inesperados se manejan con categoría artista dentro de esta obra, lejana de los estándares de occidente. Ficha Técnica:País: Israel.Año: 2003.Duración: 94 minutos.Director y Guión: Shemi Zarhin.Sinopsis: Un joven se ocupa de toda su familia. Un día, un rutinario examen de matemáticas hace que un profesor y el director del colegio se pregunten por su auténtica personalidad. Walk on waterAquí no hay una relectura de la parábola bíblica. Por el contrario, es una obra marcada en un contexto temático contestatario, que propone un canto a la amistad entre alemanes, judíos, palestinos y entre homo y heterosexuales, sin necesidad de que estos entablen relaciones promiscuas. El género de suspense se rompe. El thriller se adentra por los rumbos del drama. Y la trama para asesinar a un criminal de guerra deviene en un canto a la amistad. El director, uno de los más conocidos de Israel, aporta energía erótica en las escenas en las donde aparecen los dos protagonistas y explora la posibilidad del surgimiento de flujos de conciencia en medio de una auténtica amistad entre ambos, hecho que se convierte en el tema central de la película y relega a un segundo plano el holocausto en la Segunda Guerra Mundial. Ficha técnica:Dirección: Eytan Fox.Guión: Gal Uchovsky.País: Israel. Año: 2004.Duración: 105 min.Sinopsis: A un agente del servicio secreto israelí le encomiendan ejecutar a un criminal de guerra nazi que vive en el extranjero. El hombre contactará a sus descendientes para lograr su propósito, sin poder evitar que entre él y el nieto de su víctima, surja la amistad. (+)ALGUIEN CON QUIEN CORRERBasado en el bestseller de David Grossman (Jerusalén, 1954), el argumento de este filme nos acerca a la clásica novela de Oliver Twist, de Charles Dickens, pero en su caso, ambientada en el Jerusalén del nuevo milenio, donde los jóvenes, con virtudes y defectos, buscan salir adelante. Pero no piense el lector que se encuentra frente a un remake o una versión libre de la aclamada novela. Este es un filme distinto, que sorprende por su puesta en escena, por su sencillez y su discurso narrativo. Droga, música, amor y esperanza son los elementos que ambientan esta película de aventuras que recibió 12 nominaciones para los premios de la Academia israelí, entre ellos Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Guión y Mejor Música. Además, “Alguien con quien correr” es una historia de amor donde la suerte de un grupo de jóvenes con talento está marcada por elementos corruptos. Son estos jóvenes los que nos llevan a las calles de un Jerusalén lleno de gentes que aman, sueñan e intentan traspasar los umbrales del tiempo. Tienen corazón, emociones y ganas de triunfar: de mostrar con limpieza estética estos contenidos se encarga Davidoff con lucidez. Aplausos para sus actores y sobre todo para el director que supo ponerlos a valer delante del espectador. Ficha técnica:País: Israel.Año: 2006.Duración: 118 minutos.Director: Oded Davidoff.Reparto: Bar Belfer, Yonatan Bar- Or, Yuval Mendelson, Rinat Matatov y Tzahi Grad.Sinopsis: Un joven recibe el encargo de entregar una perra perdida a sus dueños. Durante la búsqueda, el animal lo lleva a su dueña, una joven cantautora que convive con extraños personajes.