Edición Madres 2024
Virginia Antares: “Mami siempre estuvo presente”
A través de esta historia, veremos cómo el legado invisible de una madre se traspasa a sus hijos y a las siguientes generaciones, ayudando a estos a ser ciudadanos que aportan de manera positiva a la sociedad, pero, sobre todo, a sentirse orgullosas con las elecciones de vida que sus descendientes toman.
Al hablar con Virginia Antares sobre su madre, Edda Grullón, es ver a alguien hablando de la persona que más ama o admira. Sus ojos brillaron al describir a quien para ella ha sido su sostén en cada decisión de su vida.
“Mi mamá es una mujer extraordinaria, fabulosa… la admiro muchísimo. Ella es un ser humano excepcional, sumamente generosa, entregada a sus hijos, a su familia y en general dedicada a ser mejor la vida de la gente que la rodea”, dijo.
Entre esas cualidades dignas de una hija orgullosa de presentar a los demás a su progenitora, destaca el hecho que en el ámbito profesional esta se haya graduado con honores académicos, pero lo que más resalta es que “es una persona muy feliz y eso es admirable en este mundo ahora mismo”.
Esta felicidad al parecer es parte de ese legado que transmitió la señora Edda a sus hijos, pues Virginia es una mujer feliz, que trata por sobre todas las cosas mantener una sonrisa en su rostro.
Un recuerdo importante de Virginia, que tiene mucho valor para ella, es que doña Edda siempre estuvo presente para ella y sus hermanos. “Ella fue de las madres que se dedicó a trabajar parcialmente para poder en las tardes llevarnos a clases de ballet, a clases de gimnasia, a clases de pintura, porque ella pinta, entonces también nos inculcó ese amor por las artes, me recuerdo ella pintando sus cuadros y poniéndonos a nosotros a pintar a su lado”, narra.
De existir quizás otra ocasión para ella traer de su pasado, son los viajes que organizaba su progenitora, siempre escogiendo un lugar, playa o montaña, donde toda la familia pudiera disfrutar al máximo.
De su madre Virginia aprendió y ha entendido que estar feliz también es una decisión. “Yo la escuché diciendo que la felicidad hasta cierto punto también era una decisión, o sea, había que decidir de que estamos aquí y yo voy a disfrutar mi vida aquí, claro, en la vida se enfrentan muchos retos, pero hay una parte que uno lo decide y dice: a pesar de todo yo voy a disfrutar mi vida, voy a ser feliz y voy a hacer lo que necesito para ser feliz, voy a priorizar mi felicidad y eso es algo, por lo que yo le agradezco mucho a mami. Además, que ella predica con el ejemplo porque es una mujer muy feliz”.
Al preguntarle sobre el apoyo que ha recibido de parte de doña Edda al momento en que ella decide incursionar en la política, su corazón se compungió al punto que sus ojos casi derraman lágrimas al saber que contaba con una madre y un padre que están y estarían con ella en todo momento de su vida.
“Yo creo que la fe y la confianza en que uno puede lograr lo que uno quiera y se propone. El tener esa validación de los padres, de apoyarte cuando tú decides hacer algo, de no dudar de ti, de darte aliento…, no lo había analizado, pero es verdad, o sea, yo veo mucha gente que enfrenta cuestionamientos, por ejemplo, de sus padres frente a las decisiones que toman y eso lo hace mucho más difícil, pero yo puedo decir a viva voz que mi mamá y mi papá siempre han sido muy apoyadores y la verdad que eso te da mucha seguridad”, explica.