¿Cómo identificar si tu pareja es una buena madrastra?
Atenciones. Hay un sin número de casos en que las madrastras han ocupado el corazón de los hijos de sus parejas con amor, con buenos tratos y constancia.
En los cuentos de hadas y telenovelas, las madrastras son sinónimo de una persona malvada, sin embargo, en la vida real no siempre es así, existen una serie de actitudes y comportamientos que debe tenerse en cuenta para identificar si la madrastra de tu hijo es un buen ejemplo y sobre todo una “segunda madre”. El neuropsicólogo Alejandro Maríñez señala que los padres tienen más libertad para cambiar de pareja ya que la mayoría de las veces no tienen la carga física de los hijos, o sea que no viven con ellos y no toman en cuenta muchos factores al elegir una nueva pareja. Algunos “solo piensan como hombres”, no obstante, hay otros que sí, e incluso pueden ser mejores en su segundo matrimonio. Ojo, esto no significa que es correcto enseñarle cualquier mujer a su hijo, esto hace un daño terrible en el desarrollo emocional del niño. “Si usted como hombre quiere tomarse un año sabático después del divorcio y andar de ‘flor en flor’, no involucre a sus hijos”. Maríñez dice que una mujer sea buena como novia, no quiere decir que sea la correcta para formar una familia o incluirla como nuevo miembro de la misma. “Se debe observar cómo trata principalmente a su hijo. Asimismo, tener en cuenta su nivel de inteligencia emocional”. Las mujeres también deben abrir los ojos con el comportamiento de un padre hacia su hijo para determinar si será un buen padre para sus futuros hijos o sus hijastros.
Divorcio Maríñez destaca que lamentablemente es normal que en este tiempo los padres se divorcien con facilidad, lo cual es difícil para cualquier niño, sin embargo, asegura que ambos deben hacer lo posible por preservar la armonía por el bien de los hijos y tratar de no romper la dinámica de disciplina. Afirma que, si es necesario se puede recurrir a la terapia psicológica para trabajar el sentimiento de culpa porque el niño puede llegar a atribuirle a los padres la causa de la separación. “Recuerdo un caso de un niño de siete años profundamente enojado con su madre porque creía que su padre se había ido a causa de ella. Entonces puede haber efectos negativos y uno debe tener cuidado con eso”. Si hay rechazo de parte del niño porque no la acepta, una mujer con inteligencia emocional se pone en el lugar del menor, comprende y maneja la situación con madurez.
¿Y si es la madre quien no colabora? Las madres a veces experimentan miedo de que sus hijos sean maltratados, interactúen con alguien diferente y que esa persona no tenga los mismos criterios de crianza. Además, le aterra la dificultad de adaptación que pueden sentir los niños al convivir con una nueva integrante en la familia. También, en ocasiones, no permiten que sus hijos compartan con su madrastra simplemente por el hecho de que no terminó bien con el padre de su hijo. Igualmente se puede crear un sentimiento de celo al ver cómo la otra persona se comporta como nunca lo hizo con ella. “Es chocante ver que tu ex pareja trata mejor a la nueva. Pero si se da el caso, deben guardar su distancia una de la otra, teniendo en cuenta que lo más sano para el niño es que comparta con ambos padres, y si no se llega a un acuerdo se puede recurrir a la justicia”. De igual forma, el hecho de que dos personas se hayan dejado, no quiere decir que no haya sentimientos de por medio. Algunos de ellos se canalizan de forma negativa. Aunque no hay una solución mágica para crear la familia reconstituida perfecta, las madrastras pueden ayudar a promover un ambiente familiar saludable de apoyo: manteniendo una comunicación abierta y pasando tiempo de calidad con sus hijastros.
Una buena madrastra...
• No quiere ocupar el lugar de la madre, trata de ganarse el amor de una manera sutil. • No le habla mal de su mamá. • Se involucra en la crianza. • Corrige con amor. • Es prudente. • Se preocupa porque el padre pase tiempo con su hijo o hija. • Se preocupa porque la relación familiar con la expareja del padre sea buena. • No cela. • No maltrata a los niños. • Fomenta la comunicación con la madre de sus hijastros. • Si tiene hijos, trata de que interactúen como hermanastros para no crear celos. • Busca un punto de equilibrio entre pasar tiempo en pareja y con los niños. • Mantiene el mismo régimen de disciplina sin distinción. • Respeta las tradiciones familiares. • Asiste a los eventos de sus hijastros.