Tribuna del Atlántico

Un paso por la concordia

En el ejercicio del magisterio que ha caracterizado su labor de más de 135 años, el Listín Diario, ha propuesto un encuentro del liderazgo nacional para enfrentar los desafíos de la época, en su editorial: “Un paso al frente por la concordia nacional”.

Acostumbrados, como estamos, a ver los acontecimientos del día a día, sin más asombro que el que provocan los impactos contundentes de una desgracia, de una tormenta, o de un evento mayor, perdemos de vista las señales que nos va dando el día a día y que requieren la mirada atenta de todos.

Es absolutamente cierto que hay signos inquietantes en el presente dominicano, donde la inseguridad ciudadana y las amenazas a nuestra soberanía con la desbordada inmigración haitiana, ocupan lugares de preeminencia.

Como si faltara alguna confirmación de la preocupación que genera la inmigración, el incidente reciente en el hospital traumatológico Darío Contreras, de la agresión a un médico dominicano por parte de una pareja de haitianos, le pone; “la tapa al pomo”, en la comprensión del impacto que tiene la misma en nuestro país.

Ni qué decir de la ya famosa “deuda social acumulada”, que hace que en numerosas comunidades del país sigan clamando por soluciones a problemas de décadas. los conflictos por los reclamos de los principales gremios profesionales, entre otros.

Ciertamente el momento demanda un esfuerzo de diálogo y concordia entre el liderazgo nacional que haga posible; “Que envíe un mensaje claro a todos los ciudadanos: en momentos de dificultad, la nación prevalece por sobre cualquier interés particular”.

Ese es el supremo imperativo de la hora.

Cuando faltan algo más de tres años para el próximo torneo electoral, es el mejor momento para enviar un mensaje de unidad, sobre los valores de la dominicanidad, sobre la unidad de propósitos en la preservación del clima de estabilidad que ha caracterizado a nuestro país, a lo largo de las últimas décadas.

Un país que desde el 1978 ha podido administrar sus procesos electorales, sobreponiéndose a los momentos difíciles del 1990 y 1994, e incluso al tropezón de 2020, que ha mantenido un crecimiento sostenido de su economía en más de 24 años, pese a los choques externos y la pandemia, tiene sobradas razones para que su liderazgo actual, todos los cuales han contribuido de una forma u otra, a ese crecimiento y a esa estabilidad, asuman el compromiso de impulsar el proyecto nacional, más allá de diferencias de visión de cada uno.

Es sensato, en ese contexto, lo planteado por el expresidente Leonel Fernández, quien ha sugerido que desde el Gobierno se asuma la propuesta de la agenda a discutir en un diálogo como el propuesto por el Listín, su amplia experiencia como estadista y el respeto de que goza a nivel internacional, dan fuerza a sus argumentos.

El presidente Luis Abinader debe aprovechar esta propuesta para propiciar un diálogo con el que ganaría el país, viabilizando unidad de criterio en temas de importancia para todos.

Que los legítimos afanes de posicionarse de de cara al 2028, de cada una de las fuerzas políticas del país, no nos impidan alcanzar los consensos mínimos para que el país pueda seguir adelante, preservando su identidad, su estabilidad y los progresos de las últimas décadas.

Es una tarea que nos compete a todos.

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