La vida y sus estaciones

A lo largo de la vida, atravesamos diferentes estaciones, cada una con su propia belleza y significado. La primavera es la infancia y la juventud, una época de renovación y crecimiento. Como los brotes nuevos en los árboles, descubrimos el mundo con ojos llenos de asombro.

El verano es la adultez, vibrante y llena de energía. Es cuando nuestras raíces se afianzan, nuestros frutos maduran y encontramos estabilidad. El otoño representa la madurez y la tercera edad, un período de cosecha y reflexión. El cálido de las hojas caídas simboliza la riqueza de nuestras experiencias y sabiduría acumulada.

Finalmente, el invierno llega con la ancianidad, donde la vida se aquieta y entra en un descanso profundo. Es una estación de paz, un momento para valorar el viaje recorrido y encontrar consuelo en la calma que trae el final de un ciclo.

Cada estación de la vida tiene su propio esplendor y propósito, enseñándonos a apreciar y a valorar cada momento, sabiendo que cada etapa nos moldea y nos prepara para la siguiente. Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.