EL BULEVAR DE LA VIDA
Partidocracia unida, jamás será vencida
La política, como el amor, siempre ha hecho extraños compañeros de cama. Tal que, retirado formalmente el proyecto de Ley de Modernización Fiscal, ha aparecido en el escenario político una feliz coincidencia entre la oposición y el gobierno, a la que debo referirme.
Pasando revista a nuestra fauna política, encontramos que sólo el Partido Fuerza del Pueblo (PFP) parece estar en lo suyo, posiblemente porque la organización, -como la santa iglesia de los católicos- tiene un solo dios, (único y verdadero), un hijo, más un espíritu santo lleno de libros que es FUNGLODE.
Por su parte, en esta pequeña crisis el PRM evidenció egoísmo, ceguera, falta de comunicación y vinculación de sus dirigentes/funcionarios con su gobierno y su líder, enviando una señal preocupante ante lo que le espera, y ante lo cual, la unidad partidaria será determinante.
Sobre la otrora implacable maquinaria electoral que fue el PLD, todo indica que a pesar de estar “al borde del precipicio”, ella está dispuesta “a dar un paso al frente”, insistiendo en el suicidio, el aislamiento, cercano un domingo que presagia “pereza, desazón, desgana, como quien temiera, como quien dudara”, que me contó en Las Terrenas, don Amaury Pérez, con Cavada como testigo.
Sin embargo, a pesar de tal escenario, una buena noticia es saber que esa partidocracia reinante (PRM, PFP, PLD) está de acuerdo en que, antes de tocar a los pobres, a los empleados de baja/clase media y a los grandes grupos empresariales que cumplen sus obligaciones fiscales, el gobierno debe endurecer, tecnologizar, y eficientizar la lucha contra quienes, apoyados en sus genios de la ingeniera financiera, tributaria y fiscal evaden y, sobre todo, eluden el pago de sus impuestos.
Bien debería el gobierno pedir al PLD y al PFP la colaboración de sus técnicos para repensar este asunto de los 122 mil millones por recaudar, (aunque si liberáramos al Estado de la financiación de los partidos y le dejáramos la tarea a los miembros de esto, -como hacen las iglesias evangélicas-, nos ahorraríamos cinco mil millones, bajando el apuro a 117 mil). Para este equipo de expertos, los técnicos de PFP podrían ser Ivanhoe, Daniel; por el PLD, Guarocuya, Luis Reyes y Juan Ariel Jiménez Núñez, complementado el grupo con los guruses de la cosa, Dauhajre, Aristy, Magín, José Luis de Ramón y Germania Montás.
Sin ser Blas de Otero, “pido la paz y la palabra”. Recaudación o muerte... ¡Venceremos!