Potencial de la estupidez

En Allegro ma non troppo (alegre pero no demasiado), Carlo Maria Cippolla en dos ensayos El papel de las especias en el desarrollo económico de la Edad Media”, y Las leyes fundamentales de la estupidez humana”, trata ambos temas valiéndose de la metodología de análisis sistemática de la teoría económica y el humor.

Refiero solo la teoría sobre la estupidez que Cipolla, “observa y experimenta de que los hombres no son iguales, algunos son estúpidos y otros no lo son”. Agrega, los estúpidos influyen sobre otras personas con intensidad muy diferente, ocasionando en algunos sólo perjuicios limitados y otros que llegan a ocasionar daños terribles.

La capacidad de hacer daño de una persona estúpida depende de dos factores principales: a) el factor genético, que se hereda por una dosis considerable del gen de la estupidez, cuya herencia lo hace pertenecer desde su nacimiento, a la élite de su grupo; b) el potencial que procede de la posición de poder o de autoridad que ocupa en la sociedad.

Potencial presente en los burócratas, generales, políticos y jefes de Estado, porcentaje de individuos cuya capacidad de hacer daño al prójimo siempre ha sido peligrosamente potenciada por la posición de poder que han ocupado u ocupan, incluyendo los prelados.

Cómo es posible que estas personas estúpidas lleguen a alcanzar posiciones de poder, una formula nada despreciable lo explica: si los votantes son estúpidos, y las elecciones les brindan una magnífica ocasión de perjudicar a todos los demás sin obtener ningún beneficio a cambio de su acción, estas personas cumplen su objetivo, contribuyendo al mantenimiento del nivel de estúpidos entre las personas que están en el poder