enfoque
Presupuesto 2025
El proyecto de ley del Presupuesto General del Estado de 2025 debe ser analizado con detenimiento ya que muestra importantes limitaciones en las finanzas públicas y sus cifras lucen contradictorias con otros objetivos de política del Gobierno.
Se tiene presupuestado que el gasto de capital del Gobierno Central será de 2.2% del PIB en 2025; en 2024, la autorización presupuestaria fue de 2.8% del PIB en gasto de inversión. La cifra de 2025 luce muy baja y difícilmente es compatible con la meta de crecimiento del Decreto No. 337-24 donde se establece la meta de duplicar el tamaño de la economía para 2036. Para lograr esta meta en 12 años, se tendría que crecer aproximadamente 6% anual. Cuando el gasto de capital del Gobierno (construcción de puentes, carreteras, viviendas, etc.) es bajo, la economía tiende a crecer menos en el año corriente y a reducir su crecimiento potencial en el futuro.
Esta contradicción no es menor. Para lograr un 6% de crecimiento anual, se esperaría que el gasto de capital fuera de 3.7% del PIB al menos por año. Por lo tanto, un nivel de gasto de inversión de 2.2% del PIB parece insuficiente para acercarnos a la meta planteada.
La reducción del gasto de capital del Gobierno Central en el presupuesto 2025, equivalente a una caída de 13.7% en comparación con el presupuesto vigente o unos RD$28,214 millones menos, era de esperarse. Como el pago de intereses de la deuda continúa aumentando, el Gobierno está ajustando su gasto total mediante la reducción de la inversión pública. Es importante recordar que el pago de los intereses de la deuda es un gasto rígido, el cual el Gobierno debe realizar sí o sí, pues no hacerlo implicaría una situación de impago de deuda. En efecto, para 2025 se tiene presupuestado un aumento del pago de intereses de RD$34,680 millones, aumentando hasta 3.7% del PIB o RD$298,486 millones.
Dada esa situación y, al no incluirse el aumento de ingresos por la posible reforma fiscal en el presupuesto de 2025, el Gobierno ha tenido que reducir el gasto de inversión para lograr un gasto total que permita un déficit fiscal de 3% del PIB. Es decir, según el proyecto de ley de presupuesto sometido al Congreso, se está sacrificando crecimiento futuro (vía menos gasto de capital) por mantener el déficit fiscal en 3% del PIB.
Es altamente probable que el proyecto de ley de presupuesto 2025 sea modificado mediante una adenda una vez se dé a conocer el alcance de la reforma fiscal. Dicha modificación estaría orientada a aumentar los ingresos estimados y, consecuentemente, incrementar el nivel de gasto público de 2025, tanto corriente (nómina, pensiones, transferencias a las EDES, subsidio) como de capital. El Ministro de Hacienda recientemente presentó necesidades de gasto público adicionales por RD$110,000 millones adicionales como preámbulo a la reforma. Si eso pasa, quedaría pendiente analizar el objetivo de la reforma fiscal: ¿sería aumentar los ingresos para aumentar el gasto y mejorar los servicios y proveer más bienes públicos sin reducir el déficit fiscal, o sería reducir el déficit fiscal?
Sea como sea, se puede esperar una modificación al presupuesto de 2025 luego de que se dé a conocer la reforma fiscal.