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Avanzando entre logros, obstrucciones, retos y oportunidades

Con una administración juramentada para el período 2024-28, el país salta otra valla en su continuo avance. Inaugura un clima de concertación obligada por mandato Soberano, sin que implique que los empoderados o procuradores de poder podrían renunciar o renuncien a sus legítimos deberes y derechos. El discurso que construye, transporta e inaugura este escenario gestándose permite prever que en la dualidad del consenso expresado como dilema transcurrirán los días y meses venideros cuando “pisar base” deviene perentorio para evitar “Outs”.

En tanto, la continuidad del desarrollo económico persiste apuntalando su potencial sustentable; evidenciado, verbigracia, en el desempeño favorable del sector financiero: según la más reciente nota del BanCentral, sus recursos patrimoniales variaron +19.6% entre los junio de 2023 y 2024, apoyados por “la inversión de los recursos propios”, protegiendo más los recursos de los ahorrantes. Este proceso discurre paralelo a la solvencia regulatoria: según la precitada nota, en marzo 2024 superó en +7.6% el mínimo requerido (10%) por la Ley Monetaria y Financiera.

Con desempeño interno robusteciendo, exceptuando Manufactura local y de zonas francas, Minas y canteras y Cuenta corriente (-US$395.4 millones), el país continuará endeudándose para que las góndolas de los supermercados, boutiques, ferreterías, tiendas de repuestos, disponibilidad de moneda extranjera para la repatriación de capitales y los toneles locales de hidrocarburos continúen abastecidos, junto a una tasa de cambio ±estable.

Una nación cuya balanza de pagos gana, interanual, +$470.3 millones declara el enfoque expansivo de sus núcleos empresariales principales: CONEP y AIRD.

En igual vía avanzan las reformas, iniciando por la constitucional, la fiscal y de la Seguridad Social. Esta, en medio de una actitud negociadora de las ARS, según expuso su presidente al manifestar que dotarán —¡al fin!— a los médicos de sus “códigos”, aceptando cubrir las enfermedades mentales, desahuciadas hasta hoy, si el ente regulador (CNSS) lo resoluta a propuesta de Sisalril.

Entretanto, en un documento publicado el 15 de agosto, víspera de la juramentación del Presidente, el Banco Mundial (BM) socializó un extracto dedicado a la República Dominicana: “Cinco desafíos a superar para que las oportunidades que genera el crecimiento sean para todos”.

Bajo firma de Alejandro de la Fuente, el BM ofrece al país un “reciente diagnóstico de pobreza”, una “radiografía precisa” sobre esos desafíos y recomendaciones de políticas públicas”, elaborado para que podamos superarlos y “las oportunidades sean para todos”. Abordarlos “requiere un esfuerzo conjunto”: gobierno, sector privado, sociedad civil y la comunidad internacional.

Ese extracto declara las siguientes necesidades: a) mejorar los ingresos de los más pobres; b) mejorar la productividad desde la educación, donde “las niñas y las mujeres se encuentran en desventaja” por situaciones transversales a políticas sociales y de salud; c) “Reducir las desigualdades de zonas desfavorecidas” —recordemos, ahí el sentido de nacionalidad podría resultar afectado—; d) Movilizar y ejercer con mayor eficiencia el gasto en protección social cuya obertura consideran entorpecida por “Los bajos niveles de recaudación y gasto social” y los “errores de focalización” y, finalmente, e) Mitigar los efectos del cambio climático, estableciendo un “Bono de emergencia”.

Aspectos claves, dicen, para alcanzar la meta de ser un país de ingresos altos.