Oye País

Tiempos de reformas

El manejo ‘antojadizo’ que los legisladores dan a determinados temas, engrosa el ‘archivo muerto’ de proyectos en el Senado y la Cámara de Diputados. Los ejemplos sobran. Como con el Código Penal y/o con varias leyes mandatarias contenidas en la reforma a la Constitución de 2010. Pero también ocurre con pactos aprobados que, como el eléctrico, su aplicación está en ‘receso’, y/o el de educación, que anda dando tumbos. El Poder Ejecutivo, el presidente Luis Abinader, ha iniciado su segundo mandato con la mira puesta en una serie de reformas. Ya sometió la de la Constitución -con cuatro ejes fundamentales: el período de gobierno, la elección del Ministerio Público, la matrícula de la Cámara de Diputados y la unificación de las elecciones-, y están en proceso la laboral -con un plazo de 10 días para presentarlo al Congreso Nacional- sobre la cual hay un consenso obrero-patronal en la generalidad de sus puntos, salvo el tema de la cesantía. Sobre la reforma fiscal, cuyo texto no se ha oficializado, se han ‘manoseado’ tanto sus conceptos y propósitos que ‘todos’ se presumen conocerlo. Me detengo en la reforma laboral, la que luego de años de discusión el Ministerio de Trabajo ha logrado acuerdos entre las partes que ponen en buen camino su aprobación, postergando el tema de controversia, la cesantía, para un segundo esfuerzo. Mientras, el país lograría una necesaria modernización de la legislación laboral.

Así, el tiempo de reformas avanza con temas pendientes, como las deficiencias del servicio de energía eléctrica y el caos del tránsito vehicular, que siguen dando dolores de cabeza a la sociedad y al gobierno.