Presidente, esperamos la sinergia cultura-educación
El país oscila entre las antípodas y el péndulo de anunciadas reformas.
Habiendo recibido la atinada corrección presidencial a un lapsus sobre el 7mo. lugar de la economía dominicana “en el mundo”, sabiendo que lo somos en la región, compartimos y enfatizamos los números robustos que en las suplencias a las necesidades materiales de la educación dominicana realiza la gestión actual, a través del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) y del Minerd.
Transporte en TRAE, transferencias monetarias a padres; suministro íntegro de materiales escolares, suplencias en vestimenta, tecnología y calzados para educandos; cuidado del menú, integrándole productos agrícolas locales de capacidad nutritiva y saludable, al amparo del Programa de Alimento Escolar (Pae)... ¡Vaya!
Desde el año 2023 a lo transcurrido del 2024, el gobierno entregó 966 millones de raciones alimenticias a estudiantes nacionales, dijo el Presidente en “LaSemanal” del pasado 22 de julio. Entre estos, 469 millones de raciones, 48.55% de las suministradas, correspondieron a almuerzo para alumnos de la Tanda Extendida. Contenían, se enorgulleció el mandatario con razón, 2.9 millones de frutas frescas y 71 millones de litros de leche, “100% de producción nacional”, para felicidad de dominicanistas universalizantes, como yo.
Gracias al anclaje de las escuelas a los eslabones de la salubridad que garantiza la sombrilla del Sistema Dominicano de la Seguridad Social (SDSS) al ±98% de estudiantes afiliados al Seguro Familiar de Salud (SFS), el presidente afirmó que, en igual período, su gobierno ha bastecido atención visual a 146.4 mil estudiantes; auditiva, a 12.25 mil y bucal, a 102.9 mil. También que proveyó lentes oftálmicos a 9.05 mil y auxiliares auditivos a 1.56 mil. En millones: desparasitó a 1.8, suministró desparasitantes a 14 y salud preventiva a 1.8.
A tal cúmulo y ritmo de transferencia de soluciones añadió que 720 mil familias recibieron “kits escolares” contentivos de vestidos, calzados y los utensilios escolares de rigor. Si sobre estos también hubiera dicho “de producción nacional”, mi aplauso hubiese resonado, ¡sin dudar!
Acciones con un peso económico y función distributiva. Totalizaron, ilustró, RD$82,451 millones, de los cuales RD$51 mil millones fueron adjudicados a mipymes, entre estas a 45% de mujeres.
Lanzadas contra la ejecución del Minerd durante el 2023 en el capítulo Remuneraciones y contrataciones, esas adquisiciones a mipymes plasman casi un tercio (0.972 veces) de tal gasto, ascendente a ±RD$148,683 millones y son, también +33.2% que lo destinado a Contratación de servicios. Respecto a la ejecución total de la ministerio educativo, igual que RD$252,715.78 millones (2023), constituyen un quinto (20%).
El Presidente Abinader propuso que la Educación sea “Obsesión nacional” y hasta ahora ha sido articulada como oportunidad vinculante al desarrollo económico y al incremento del bienestar de sectores priorizados, como agroindustrias, cuando también podría incluir los textiles, calzados, confecciones y fabricación...
Logradas estas mejoras, reiteramos la pregunta: señor Presidente, ¿qué haremos para construir la sinergia cultura-educación?
Insistimos: retomemos a Ernst Cassirer: la cultura es sistema que intermedia y modula las respuestas humanas a los estímulos; instalable desde la enseñanza-aprendizaje. ¡La dominicanidad abrotoñando en las aulas! Educación-cultura como sistema “efector” y transversal: humanizante, civilizante, cognoscente, etizante... Tierra nutricia del dominicano mejor.
¡Sí, Señor!