Ideando

Indiferencia

Informes internacionales revelan que existe cierta indiferencia del público de hoy hacia los temas que ocupan la agenda social y política del país; que existe una desidia grande hacia los asuntos políticos y económicos de la nación, los cuales recogen diariamente los medios tradicionales.

Algunos estudios señalan que el 40% de las personas evitan las noticias porque las encuentran deprimentes y aburridas. Además, dicen que están saturados de información.

Este fenómeno no es exclusivo de República Dominicana: se da por igual en Europa y Sudamérica.

En un enjundioso artículo publicado recientemente por la señora Rosario Espinal, politóloga y notable analista del país, nos habla acerca del abstencionismo y el declive electoral de algunos partidos de los últimos años, y a la vez señala que el comportamiento de la población evidencia también un desapego social y esa apreciación suya se corresponde con la indiferencia citada.

No hay dudas de que se advierte una aversión real de importantes segmentos de la población hacia temas serios.

Es posible que el “éxito” de ciertos espacios que proponen temas light, donde abunda lo soez, la irreverencia y el desequilibrio mental, esté relacionado con esta situación y sea la alternativa que entretiene a esa franja poblacional, la cual se siente saturada y no comulga con esos temas y en cambio prefiere los asuntos triviales de las redes sociales.

Hace unos días, la aguda pluma de Inés Aizpún, en su muy leída columna AM, sostuvo lo siguiente: “está de moda decir malas palabras, pensar poco y gritar mucho, insultar siempre, caerse de vez en cuando a golpes, siempre delante de la cámara, vaya coincidencia. Está de moda porque se pagan bien estas influencias”.