Algor-ética
La reciente participación del Papa Francisco en la cumbre del G7 para hablar sobre inteligencia artificial (IA) ha sorprendido a muchos, marcando un hito significativo en el debate sobre la tecnología avanzada.
El Papa Francisco fue invitado inesperadamente a la cumbre del G7, celebrada en la región de Apulia, Italia, para ser asesor sobre la IA. A primera vista, la participación del líder espiritual de la Iglesia Católica, una institución con más de dos mil años de historia, puede parecer inusual en un foro tecnológico. En cambio, la visión del Papa Francisco sobre la IA como un desafío crucial para la humanidad resalta la relevancia de su participación.
Durante su intervención, el Papa destacó que, desde la perspectiva de la Iglesia, la preocupación principal no es la herramienta técnica en sí, sino cómo y en qué medida esta puede afectar la vida humana. Esta visión es compartida por Paolo Benanti, asesor del Papa y experto en IA del Vaticano, quien considera que la IA tiene el potencial de actuar como un “multiplicador” en áreas como la investigación médica, garantizando un mayor bienestar social.
El Vaticano ha mostrado un interés creciente en la IA, especialmente en sus implicaciones éticas. En 2020, promovió el Llamamiento de Roma por la Ética de la IA, un manifiesto que aboga por la transparencia y el respeto a la privacidad en el desarrollo de esta tecnología, firmado por entidades como Microsoft, IBM y la ONU.
Según Eric Salobir, presidente del comité ejecutivo de Human Technology Foundation, el Vaticano tiene una legitimidad única en este debate debido a su neutralidad y ausencia de intereses comerciales en el ámbito digital. Esta neutralidad permite a la Iglesia abordar la IA desde una perspectiva puramente ética y humanitaria.
La narrativa de los medios desde el año pasado muestra que el Papa Francisco ha sido un defensor de la “algor-ética”, un marco ético que busca garantizar que los algoritmos se desarrollen y utilicen de manera justa, transparente y respetuosa con los derechos humanos. Promueve la responsabilidad y la rendición de cuentas en todas las etapas del ciclo de vida de la inteligencia artificial.
En 2023, dedicó su mensaje de la Jornada Mundial de la Paz a esta cuestión, pidiendo a la comunidad internacional la adopción de regulaciones para mitigar riesgos como la desinformación y la interferencia en procesos electorales.
La intervención del Papa Francisco en la cumbre del G7 sobre IA demuestra la importancia de incluir diversas voces y perspectivas en la conversación sobre tecnología avanzada. Este enfoque multisectorial no solo enriquece el debate, sino que también nos muestra que en la formulación de los planes nacionales en tecnología avanzada se debe emular el gesto, incluyendo a los actores multisectoriales, a fin de desarrollar dichas estratagemas de manera ética y centrada en el bienestar humano.
Una IA ética se construye evitando el sesgo desde las etapas iniciales de desarrollo y entrenamiento de los modelos (LLM). Por esta razón, las mesas de trabajo multisectoriales son fundamentales para establecer principios éticos sólidos en cualquier modelo de IA nacional.
La participación del Papa es un recordatorio de que, en el camino hacia el progreso tecnológico, la consideración de valores humanos y éticos es fundamental.