UN MOMENTO

Abrirse al amor

El corazón, ese órgano vital que late en nuestro pecho, ha sido símbolo de amor, compasión y entrega a lo largo de la historia. En junio, recordamos especialmente el Corazón de Cristo, que representa un amor inquebrantable que trasciende el tiempo y los siglos.

Cuando nos permitimos amar y ser amados, nos abrimos a la esencia misma de la vida. Es un gesto valiente y generoso, como el de muchos padres de familia y personas que se entregan a los demás sin reservas.

Jesús hoy nos muestra su Corazón llagado de amor por nosotros. ¿Quién puede resistirse y no abrirse a este amor que abraza, libera y sana?

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.

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