UN MOMENTO

No aceptación complaciente

Repito lo que otras veces he dicho por diversos medios: Respeto a la diversidad, sí, pero el respeto no puede traducirse en una aceptación complaciente de ciertas agendas que nos intentan imponer. No todos compartimos las mismas opiniones, y eso está bien. Sin embargo, el verdadero desafío radica en mantener una actitud abierta sin renunciar a nuestros valores fundamentales. Tomemos como ejemplo al Papa, líder espiritual de millones en todo el mundo. A pesar de su compromiso con el diálogo interreligioso, no siempre coincide con las enseñanzas de otras religiones. Aquí reside el equilibrio: respetar a los demás sin renunciar a lo que creemos.

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