En la diana
El costo indecente del paro docente
Primer Tiro
Producir el servicio educativo público de los niveles inicial, primario y secundario tiene un costo, cuyo monto representa la gran parte del presupuesto del Ministerio de Educación. El principal componente es el salario del docente, y si este decide parar su trabajo sin causa justificada, y sin que el empleador le descuente el tiempo no trabajado, entonces el costo incurrido se convierte en una perdida, pues el alumno no recibe el servicio, porque el mismo no se produce. Cuando se divide la suma de las diferentes partidas presupuestarias del costo de producción entre el total de días del calendario escolar, se obtiene el costo diario, y cuando este es dividido entre el total de alumnos, se obtiene el costo por día por alumno del sistema educativo. La paralización docente del pasado día 23 impidió que el 12% de los alumnos recibieran el servicio. Cuando se suman las partidas presupuestarias del año calendario en curso, y se realizan las operaciones aritméticas correspondientes, se llega a la conclusión de que los costos perdidos por la paralización de ese día fue RD$ 184.6 millones.
Segundo Tiro
El alumno que no recibe el servicio no desarrolla todas las capacidades y competencias que contempla el currículo, lo que significa que pierde productividad e ingreso por su menor desempeño laboral. Partiendo del ingreso que produce agregar un año de escolaridad al acumulado durante el tiempo de estudio (calculado a partir de los datos de los ingresos según nivel educativo publicado por el Banco Central en la ENCFT), asumiendo una vida productiva según la esperanza de vida de las tablas de mortalidad, y una tasa de descuento del 5%, se ha calculado el valor presente del ingreso futuro perdido por los alumnos por cada fracción de tiempo que no reciben el servicio. El valor presente anual (calculado para el ano 2024) de los ingresos futuros perdidos por un alumno que pierde un día del calendario escolar, multiplicado por la cantidad de alumno que no recibieron el servicio el pasado día 23, asciende a RD$ 498.8 millones. Cuando se suman las perdidas representadas por el costo de producir el servicio y las pérdidas de los ingresos futuros, se concluye que el paro del pasado día 23 produjo pérdidas totales por RD$ 683.4 millones
Tercer Tiro
Las pérdidas del paro docente no la cubren los dirigentes del sindicato. Las paga el contribuyente, la sociedad, pero sobre todo, la pagan los alumnos, que son quienes cargan con el 73% de las pérdidas totales, y el grueso del restante 27% representa el decente salario docente. El salario del docente es tan decente que el mismo tiene un excedente de 7.55% con respecto al mejor salario del sector público, y cuando la medición se hace con respecto al que perciben los profesionales e intelectuales del sector privado, el excedente del decente salario docente del 2022 fue de 5.24%. Un maestro no puede ser culpable de aumentar y reproducir la desigualdad social a través de la disminución de las competencias y capacidades de los actores sociales claves que construyen el desarrollo sostenible, y en eso quizás le aporte el recordar que la sociedad y los contribuyentes le pagan el más decente de los salarios, que no puede ser correspondido con el costo indecente del paro docente.