VIVENCIAS
Síndrome Hybris
Un médico psiquiatra argentino Eduardo Medina Bisiach trata el tema del Síndrome Hybris o cuando el poder enferma, que cito y comento, porque viene a fundamentar el artículo que escribí sobre el poder y la amistad.
Refiere Medina Bisiach, que el poder no solo somete, sino que fascina, aterroriza e inmoviliza, de esto, resulta que la cuestión a esbozar, es cuando un ciudadano común decide participar en política, y obtiene el poder o un cargo importante, en el cual, en un principio le asaltan dudas sobre su capacidad, pero aparece un tropel o masa de serviles aduladores que lo ensalzan y a partir de ahí se inclina y piensa, convencido, que ha llegado por méritos propios, recibiendo elogios por su atractivo, liderazgo, imaginación y erudición.
El Síndrome en cuestión, nos dice, es de desarrollo paranoide, porque todo aquel que ose oponérsele a quien lo padece o a sus ideas, son enemigos personales, llegando al extremo de desconfiar de todo aquel que piense distinto o que tenga ideas propias.
Parte de la premisa, que el poder por lo regular no está en manos del más capaz, pero aquel que, convencido de su capacidad, empieza a comportarse de forma narcisista. De esto se contrae, que actualmente la palabra hybris sea interpretada como soberbia, que los especialistas en salud conductual la identifican en “quienes ejercen posiciones relevantes de poder, con un conjunto de síntomas evocados por un disparador específico: el poder”.