Terapia del habla en el autismo: Una perspectiva integral
El Análisis Conductual Aplicado (ABA) logra mejoras significativas en personas dentro del espectro autista y transforma no solo a los individuos, sino también los entornos educativos y sociales.
Muchas familias llegan inicialmente con preocupaciones sobre habla y lenguaje, pero el papel de Patricia Martínez como terapeuta va más allá al explicar que a veces este no es el punto de inicio adecuado para la intervención en el autismo. En lugar de centrarse únicamente en el habla y el lenguaje, la experta reconoce la importancia de una evaluación integral que aborde las necesidades del niño en todas las áreas del desarrollo, adaptando así su enfoque terapéutico de manera más efectiva.
Martínez disertó en el Panel Navegando la Ley de Autismo: Formación Profesional e Intervenciones Clínicas en la Maestría de Análisis del Comportamiento Aplicado (ABA) de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), en noviembre pasado, coordinado por Verónica Minaya y Maricarmen Hazoury.
La terapeuta destaca que la intervención conductual previa puede acelerar significativamente el éxito de la terapia del habla y subraya la importancia de un enfoque multidisciplinario.
Desde sus inicios, Martínez ha presenciado un cambio significativo en la carga de trabajo, con un aumento notable de casos dentro del espectro.
Recuerda una época en la que uno o dos de cada diez casos eran de este tipo, comparado con la realidad actual, donde considera normal recibir uno o dos casos de cada diez que no estén en el espectro.
Este cambio le ha exigido evolucionar como profesional y nutrirse de la experiencia de su equipo.
La derivación precisa a evaluaciones de desarrollo se ha vuelto esencial, pero también enfrenta el desafío de comunicar a los padres cuando el servicio demandado no puede ser proporcionado en ese momento.
Uno de los aspectos cruciales que destaca la terapeuta es la evolución lenta que observó en sus primeros años de carrera.
Trabajando con niños que carecían no sólo de habilidades lingüísticas, sino también de prerrequisitos para la comunicación, se encontró con retos que escapaban de su área de intervención.
Sin embargo, con el tiempo y al abrirse a enfoques conductuales multidisciplinarios, experimentó una evolución positiva en la efectividad de las terapias.
Identifica prerrequisitos conductuales esenciales para la comunicación, como la capacidad de atención sostenida, el tiempo de permanencia en actividades, el control instruccional, la imitación, la espera de turnos y el desarrollo de intención comunicativa.
Estos aspectos, según la experta, son fundamentales para un progreso óptimo en la terapia del habla.
En este sentido, menciona el papel crucial de colaborar con profesionales de Análisis del Comportamiento Aplicado (ABA). Explica que este enfoque permite un abordaje más efectivo de las terapias, especialmente cuando se trata de casos con comportamientos de escape.
La experiencia de trabajar con otros profesionales, especialmente en el área de ABA, ha demostrado ser esencial en la resolución de casos complejos.
ABA logra mejoras
en el autismo
El Análisis Conductual Aplicado (ABA) emerge como un método transformador en el abordaje del autismo, centrándose en modificar conductas para potenciar habilidades sociales, comunicativas y de vida diaria.
El ABA es una disciplina científica que busca transformar la vida humana a través de cambios conductuales.
Jessica Fuller, experta en el campo, y participante también en el panel de UNIBE, destaca que el ABA logra mejoras significativas en personas con autismo. Se resalta su impacto significativo y su capacidad de adaptarse a las necesidades individuales de cada persona.
Desde la forma en que respiramos hasta nuestra comunicación, el ABA aborda diversos aspectos de la conducta. Aunque se aplica en distintos campos, destaca en el tratamiento del espectro autista.
En el contexto de la República Dominicana, el ABA enfrenta desafíos adicionales, como la falta de información y la presencia de pseudoanalistas conductuales no certificados.
La psicología clínica, la educación, la modificación de conductas en entornos laborales y la salud mental son esferas que han experimentado el impacto expansivo de esta ciencia.
El autor es periodista, padre de Fernando Gabriel Quiroz Flaviá, con TEA.