El autismo desafía a la ciencia
El CAID surgió como respuesta a la necesidad de servicios a la población infantil con discapacidad en el país. La alta prevalencia del Tr a s t o r n o del Espectro Autista (TEA), su complejidad y heterogeneidad, así como, la ausencia de una causa específica nos pone frente a un fenómeno complejo que desafía a la ciencia.
Rosangela Mendoza, psicóloga experta en autismo, participó en el seminario “El espectro autista: una mirada global a un trastorno multifactorial”, organizado por el Instituto Global de Altos Estudios en Ciencias Sociales (IGLOBAL) en junio pasado, con el tema Abordaje Holístico: Manejo Funcional de la Conducta de los Niños con TEA.
Urgió la reflexión y la discusión, apoyar la investigación, organizar las evidencias existentes, el desarrollo de servicios articulados, así como, el resguardo de los derechos de las personas con la condición y sus familias.
Entiende que en la actualidad contamos con un importante número de intervenciones psicológicas que han demostrado beneficios para las personas con TEA. Sin embargo, el acceso a la formación y a los servicios presenta múltiples barreras para la mayoría de las familias.
La licenciada Mendoza es hija del doctor Hugo Mendoza, que da nombre al hospital pediátrico, y quien hizo el primer diagnóstico de autismo en la República Dominicana.
La intervención en TEA, sostiene, debe mirar todas las áreas del desarrollo (físicas, mentales y emocionales) y las necesidades que surgen en todos los contextos en los que la persona participa (familia, escuela, comunidad).
El fin último es desarrollar el máximo potencial posible y alcanzar una calidad de vida óptima.
Para ello es menes - ter colaboración familia y equipo multidisciplinario, tras intervención temprana y atención a los períodos de transición del ciclo evolutivo.
La especialista precisa que cada plan de intervención va ser único para cada persona.
En algunos casos hará falta enfocarse en el desarrollo de habilidades básicas (imitar, seguir instrucciones, señalar, participar en un juego o actividad, usar palabras).
Respuesta estatal de RD: El CAID
El Centro de Atención Integral a la Discapacidad (CAID) surgió como respuesta a la necesidad de servicios a la población infantil con discapacidad, ante la falta de respuesta estatal.
El primero de cuatro centros fue inaugurado el 29 de noviembre de 2013, en la avenida Luperón de Santo Domingo, durante el gobierno de Danilo Medina, como parte de los programas del despacho de la primera dama, Cándida Montilla.
En el seminario de Iglobal “CAID: Una apuesta a la atención integral”, Yahila De Peña, encargada de Desarrollo de Servicios de la entidad, compartió sus experiencias.El CAID, a nivel nacional (Santo Domingo, Santiago, San Juan de la Maguana y Santo Domingo Este).
El CAID ofrece servicios a niños hasta los 12 años con autismo, síndrome de Down y parálisis. Su campo de acción incluye evaluación y diagnóstico, intervención terapéutica y atención a familias y grupos.
La ruta del servicio va desde el registro, admisión, evaluación trabajo social, evaluación médica, evaluación del desarrollo, plan terapéutico, programa de intervención terapéutica y egreso.
Hasta abril de 2023, el CAID había atendido a 8,889 niños y ofrecido 384,870 atenciones. Sin embargo, a junio pasado, se enfrentaban al desafío de una oferta menor que la demanda, con 1,591 niños en terapia y una demanda estimada de 2,351, logrando una cobertura del 67.7%.
Enfoque Para impactar a más niños y familias, el CAID realiza constantes revisiones y ajustes al modelo de atención. Esto incluye programas especiales, entrenamiento a familias y actividades formativas. El entrenamiento a familias se ha fortalecido, llegando a más familias y siendo lo primero que reciban quienes ingresen al CAID.
Se ofrece psicoeducación sobre el TEA y se proporcionan herramientas para el manejo del duelo y del impacto en la familia. Se entrena a la familia en el manejo diario de las necesidades de su hijo y cómo potenciar su desarrollo, fomentando el desarrollo de redes de apoyo y el respeto a la dignidad y los derechos del niño en todos sus lugares de participación.
El autor es periodista, padre de Fernando Gabriel Quiroz Flaviá, con TEA.