Señales de alerta temprana del autismo
Este 2 de abril se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, designado en el 2007 por la Asamblea General de la ONU, con el fin de llamar la atención de los Estados para que adopten políticas de apoyo a esta población.
La detección temprana del Trastorno del Espectro Autista (TEA) permite una mayor aceptación familiar y un empoderamiento en el proceso.
Además, la intervención temprana beneficia el desarrollo en áreas clave como el manejo emocional, la comunicación, la interacción social y la cognición.
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La presente serie periodística tiene como fuente dos de las principales jornadas académicas realizadas en el país en los meses más recientes: El seminario Espectro Autista: Una mirada global a un trastorno multifactorial del Instituto Global de Altos Estudios en Ciencias Sociales (IGLOBAL), en junio pasado; y el Panel Navegando la Ley de Autismo: Formación Profesional e Intervenciones Clínicas en la Maestría de Análisis del Comportamiento Aplicado (ABA) de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), en noviembre.
La presentación “El ABC del Trastorno del Espectro Autista: de la detección temprana a la vida plena”, realizada por Alicia López Penha en el seminario de IGLOBAL brindó una perspectiva esclarecedora sobre el tema. Fue anfitriona Josefina Pimentel, rectora del IGLOBAL. López Penha, psicóloga clínica especializada en intervención de aprendizaje y rehabilitación cognitiva, identificó áreas clave de desarrollo infantil y señaló los síntomas centrales del TEA.
Entre las señales tempranas de alerta, se destacan la falta de respuesta a estímulos sociales, la dificultad para establecer contacto visual, la regresión en habilidades previamente adquiridas y patrones de sueño irregulares. López Penha pone como ejemplo, no girar la cabeza para seguir un objeto en movimiento o responder a voces de familiares.
Estas señales pueden manifestarse en forma de comportamientos repetitivos o limitados, así como en dificultades en la comunicación social.
Profesionales como pediatras, neurólogos, psiquiatras infantiles y psicólogos, así como organizaciones especializadas, pueden brindar apoyo en el diagnóstico y tratamiento del autismo.
Es crucial que estos profesionales estén familiarizados con el TEA, utilicen pruebas estandarizadas para el diagnóstico y ofrezcan apoyo no solo al niño, sino también a la familia y los maestros.
Intervención logopédica
En el seminario también participó Kenia Noguera, licenciada en Logopedia, doctora en Ciencias Pedagógicas y directora Andpark Terapias.
La intervención logopédica, enfocada en la comunicación, juega un papel fundamental en el tratamiento del autismo.
Noguera subrayó que es esencial que esta intervención sea temprana, intensiva y adaptada a las necesidades individuales del niño.
Además, involucrar a la familia en el proceso terapéutico es clave para el éxito del tratamiento.
Dimensión Socioemocional
El tema Dimensión Socioemocional en niños con TEA: Implicaciones en el entorno familiar y escolar, fue tratado por Analía Rosoli, jefa área de Cooperación en Educación y Cultura de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
Resalta la importancia del ámbito educativo como un espacio fundamental para el desarrollo de habilidades socioemocionales en los niños y niñas, que son esenciales para su crecimiento y éxito en la vida adulta.
Llama a comprender que el autismo es una forma de ser y que se puede apoyar para que la persona con la condición sea parte de su grupo de pertenencia. Esta es una tarea de todos y en especial de los adultos que trabajan en las escuelas, dijo.
Las personas con autismo tienen grandes destrezas y habilidades que pueden aportar, solo se trata de superar las diferencias para ver los puntos en común.
Autismo: Datos y cifras
• Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autismo —denominado también trastorno del espectro autista— constituye un grupo de afecciones diversas relacionadas con el desarrollo del cerebro, que afecta la interacción social y la comunicación.
• Las características pueden detectarse en la primera infancia, pero, a menudo, el autismo no se diagnostica hasta mucho más tarde.
• Aproximadamente uno de cada 100 niños tiene autismo.
El autor es periodista, padre de Fernando Gabriel Quiroz Flaviá, con TEA.