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enfoque

A la ONU: hundirnos con Haití jamás será una opción

Estados Unidos militariza sus costas en Florida por la crisis en Haití, mientras sigue deportando haitianos ilegales. Bahamas acaba de deportar 250 y Jamaica en alerta para impedir la entrada de haitianos a los que devuelve de inmediato. ¿Por qué la ONU insiste en que nosotros no hagamos lo mismo?

En Estados Unidos hay registrado 700 mil haitianos en un territorio de 9.8 millones de kilómetros cuadrados y nosotros superamos el millón en un pedacito de tierra de 48 mil kilómetros cuadrados.

Este país, no puede recibir más inmigrantes ilegales de Haití, ni dejar de deportar a los que ya están aquí, porque la isla entera corre el peligro de hundirse. En la medida en que Haití se hunde nos arrastra con ella, porque no tenemos una economía ni un territorio suficientemente grande, para sostener ese flujo de inmigrantes ilegales sin correr el riesgo de perder lo que nos ha costado décadas en construir.

Obviamente, la ONU y su rama ACNUR, que trata el tema de los refugiados, deben manifestarse sobre el problema humanitario que vive Haití.

Pero ya hemos hecho demasiado y el país no puede soportar más inmigración ilegal sin importar las razones. Y la ONU se resiste a entender este maldito problema. Lo peor es que nadie se pone de acuerdo sobre la crisis haitiana. Unos hablan de una fuerza de paz de la ONU, mientras otros se oponen tajantemente. Estados Unidos dice estar preparado para intervenir en Haití, pero muchas naciones rechazan esas pretensiones.

Kenia, parece que finalmente no podrá enviar tropas a Haití.

Tras la renuncia de Ariel Henry, se creó un Consejo Presidencial de Transición escogido con ayuda del CARICON, para que dirija los destinos del país, hasta nuevas elecciones.

Pero las bandas se muestran en contra de esa solución y hablan de que es el pueblo que debe decidir su destino.

Y yo me pregunto ¿Qué pueblo? ¿No será el de Jimmy “Barbecue” Chérizier? Solo cuando la población civil, con armas en mano y ayuda militar, se lance a las calles para exterminar las bandas y elegir un nuevo líder, Haití podría tener esperanzas. Luchen carajo, que nadie hará nada por ustedes. Porque las intervenciones militares solo se dan cuando hay que defender grandes intereses corporativos o territoriales y Haití no encaja en ninguno de los dos. Como el doctor Merengue, la comunidad internacional expresa su pesar por Haití, pero en su subconsciente piensa “que se jodan hasta que aprendan”