Desde mi pluma

Mañana también

Ser mujer es un súper poder, al menos así lo veo yo, porque hacemos mucho de la nada todo el tiempo, porque así veía a mis abuelas, así veo a mi mamá, a mis hermanas, primas, tías, amigas y compañeras de trabajo.

Porque sé de su fuerza interior, de su capacidad de trabajo y su capacidad de lidiar con tantas cosas con excelencia e ímpetu, esa que distingue a este género pese a vivir en una sociedad donde no importa lo buena que sean o pretendan ser, siempre habrán unos dos o tres que añadan piedras a su camino, que cuestionen su éxito y lo desmeriten aún sin argumentos, que minimicen sus capacidades o las estereotipen.

En este Día Internacional de la Mujer no celebramos, conmemoramos la luchas a lo largo de los años por el reconocimiento de nuestros derechos, nuestras libertades, habilidades, por el reclamo de equidad salarial, de protección de la justicia frente a agresores y acosadores, de paridad en posiciones de liderazgo y por descontracturar formas de pensar que estigmatizan nuestra figura y nos colocan como eslabones débiles, cuando nada puede estar más alejado de la verdad.

Aunque ya hemos dejado claro que es una fecha conmemorativa, más no una celebración, hoy quiero excepcionalmente celebrar a todas las mujeres de nuestro país, quienes todos los días se sobreponen, se superan y escalan sobre los prejuicios anteriormente descritos. Sé que estas líneas hoy tienen un significado especial, pero mañana también.

Mañana no será 8 de marzo pero todo esto seguirá siendo una tarea pendiente. Así que no permitamos que desmaye nuestro deseo de vivir en un país sin brechas salariales, con más muestras de sororidad, con más empatía entre unas y otras, sin feminicidios, víctimas de abuso o discriminación.

Tags relacionados