Abinader, rendición de cuenta y crecimiento económico de la salud
La rendición de cuentas es un recurso de control de la democracia desde su entronque en la modernidad. Aunque siempre lo fue, incluso en las monarquías constitucionales o absolutas: es políticamente inviable cualquier tipo de gobierno que no reporte beneficios o satisfacciones a sus fuentes de legitimidad.
En la Grecia antigua rigió en las ciudades Estados: príncipes o gobernantes aportaban su poder económico-militar al conglomerado mayor: la nación, robusteciendo la seguridad, perimetrando el sentido de identidad y pertenencia. Sin los gobernantes de esas ciudades Estado, verbigracia, Agamenón no hubiese podido conquistar Troya. El absolutismo absoluto jamás existió pues, incluso en el antiguo Egipto, con faraones divinos, el Estado dependía de niveles de soportes, de 4to nivel, responsable del orden, la ley y la seguridad faraónicos: los guerreros. Los comandaban oficiales que se reportaban a generales sujetos al visir. Una jerarquía oficial diferente en Grecia, donde la estructura era ad-hoc y su grado de anclaje a la Estado Nación dependía del nivel de identidad que, partiendo de beneficios tangibles, percibían unos ciudadanos que terminaban expresándolo como consentimiento en el acto democrático por excelencia: el sufragio, ni por asomo universal.
Hoy los ciudadanos también manifiestan esa satisfacción-inconformidad mediante el sufragio convocado en períodos electorales, como el que actualmente discurre.
La rendición de cuentas del Presidente Abinader cae en estas Lemurias de marasmos incitados por el pathos y la competencia política. Presenta, como todo, logros y retos. Hoy interesa el desempeño nacional de la actividad económica denominada Salud.
Durante el 2023, el sector recibió ±RD$137.79 mil millones asignados al Ministerio de Salud Pública (MSP) por el Presupuesto, más lo recibido por la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) en las cuentas del Seguro Familiar de Salud (SFS): RD$104,836.24 millones. La sumatoria de ambos ingresos sectoriales totaliza ±RD$24,778.3 millones: apenas -10% que el presupuesto asignado a Educación (RD$275,378.93 millones), permitiendo determinar si existe o no enfoque salubrista en la gestión del presidente Abinader, quien expresó que su gobierno, sí, es empresarial, sector para el cual Educación y Salud constituyen temas puntuales, garantistas de la sostenibilidad operativa de sus iniciativas, oportunidades y rentabilidad.
Del monto anterior, la Aseguradora de Riesgos de Salud Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) recibió RD$31,856.73 millones para satisfacer servicios de salud a sus 5.69 millones de afiliados alcanzados en 2023: +43.75% que los 3,958.5 hasta agosto 2022. Por esto, en septiembre del 2023, según el BanCentral, la actividad económica Salud creció +10.4%, con un índice de precios al consumidor (IPC) de +3.86. Participación en el PIB alcanzada luego de registrar +11.8% en 2022. Dicho simple: en 2023, reportó +10.4% después de crecer +11.8%.
En 2022, Salud Pública ejecutó RD$114,979.8 millones por lo que su gasto del 2023, equivalente a RD$147,882.06 millones, fue +RD$27,903 millones (+24%) respecto al año anterior. Esta diferencia representa 2.24% del presupuesto total del gobierno central, a cargo del Ejecutivo. Comparado con lo asignado a Educación, en 2023 la Salud nacional dispuso, combinando presupuesto y Sistema Dominicano de la Seguridad Social, del 90% de lo ejecutado por Educación.
Preguntamos, entonces: ¿fue positiva o no la incidencia oficial en el auge económico de este sector?