enfoque
Lo que dijo y lo que no dijo Hausmann
El pasado 6 de febrero el prestigioso economista Ricardo Hausmann, con los auspicios del Ministerio de Industria, Comercio y MiPymes, nos ofreció la conferencia magistral “Importancia de las políticas industriales para el desarrollo de los países”. Hausmann, profesor de Economía Política Internacional y director del Growth Lab de la Harvard Kennedy School, es conocedor de nuestro país y dirigió el estudio “Construyendo un Mejor Futuro para la República Dominicana: Herramientas para el Desarrollo” que sirvió como uno de los insumos para la formulación de la Estrategia Nacional de Desarrollo.
En su conferencia Hausmann nos mostró cómo República Dominicana ha ido cerrando una serie de brechas con respecto a Estados Unidos (tasa de fertilidad, participación laboral femenina, cobertura de salud, matriculados en educación, grado de urbanización y niveles de inversión).
Pero aun compartimos con los demás países de América Latina retrasos en la brecha de ingresos, que ha seguido abriéndose. Y hay que destacar, como lo hace Hausmann, que esa brecha de ingresos se relaciona con otra, que se ha estado ampliando: la tecnológica.
Aquí llegamos a una cuestión en la que la conferencia de Hausmann, limitada por el tiempo, claro, nos dejó hambrientos, pero con pistas importantes para proseguir las reflexiones. La brecha de ingresos conecta con la de productividad, y esta, a su vez, con la tecnológica.
El profesor de Harvard nos mostró cómo la manufactura en nuestro país ha estado creciendo, pero a un ritmo más lento que el resto de la economía y, a pesar de su mayor contribución relativa en creación de empleos formales, su peso en el valor agregado y en el empleo ha estado cayendo.
Mala noticia, porque la manufactura es más productiva y su productividad crece más rápido que el resto de la economía. Crecimiento de la productividad de la economía en su conjunto que, apuntamos nosotros, deja mucho que desear.
En otras palabras, junto al resto de la región nos rezagamos en cerrar la brecha de ingresos respecto de Estados Unidos; cerrar esa brecha tiene mucho que ver con mejorar nuestra productividad, siendo en nuestro caso la productividad relativa más alta en la manufactura, pero creciendo esta última a un ritmo más lento que el resto de nuestra economía.
Y esto nos dice de un “nudo gordiano” que nuestras políticas públicas, y especialmente una política de desarrollo industrial, deberán desatar para impulsar un mejor desarrollo, en calidad y cualidad, de nuestra economía y nuestra sociedad en general.
Lo que dijo y, a la vez, no dijo Hausmann, por así decir, es que una política industrial en nuestro país debería apuntar a aumentar la complejidad de nuestra economía, especialmente de nuestra manufactura. Ciertamente, el conferencista nos presentó la versión “scrabble” de las tesis sobre la complejidad.
Esta tesis sostiene que “los países tienden a converger al nivel de ingresos dictado por la complejidad de sus estructuras productivas, lo que indica que los esfuerzos de desarrollo deben centrarse en generar las condiciones que permitan que surja la complejidad para generar crecimiento sostenido y prosperidad.” (Hidalgo, Cesar & Hausmann, Ricardo. 2009).
El autor es rector
Instituto Tecnológico de
Santo Domingo