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Empezó Haina a Moler

Creando a los futuros adictos

Recientemente fui a comprar dulces, refrescos, una piñata y otros artículos por el cumpleaños de mi hija menor, seis años ya de esa bendición en mi vida.

Como toda madre, acudí a una tienda donde ofertan esos artículos en Madrid, España, donde resido. Y con alegría y emoción comienzo a comprar las cosas que a mi hija le gustan. Claro, nunca me quedo solo en los unicornios, princesas y brillantes, sino que me gusta ver más, por mi profesión y por supuesto por lo más importante, que es ser madre.

Veo qué está de moda y qué se vende. Mi personalidad curiosa no la puedo dejar en casa, siempre anda conmigo, y a Dios las gracias, ya que en el primer pasillo me encuentro con cigarros de chocolate y cervezas de mantequilla de Harry Potter para menores.

Imaginen mi cara y mi actitud, casi pidiendo una hoja de reclamación, pero me calmo y me pongo a hablar con la cajera y me dice: "Uff... eso se vende muchísimo, a los niños les encanta porque se sienten mayores."

Yo la miraba con cara de ignorancia, para sacar más información, en fin, la mujer fue muy amable, y procedo a comprar los productos y me fui del establecimiento.

En mi niñez éramos fans la mayoría de Candy Candy .... Pero quiero hacer una comparación.

La niñez es fundamental para el desarrollo de nuestra personalidad y aunque no lo pensemos, de niños captamos todos los mensajes.

¿Es necesario ver esos personajes tan dramáticos y con baja autoestima?

Los hombres de su vida:

- Conoce a su príncipe de la colina y repite constantemente entre un suspiro y otro: "Mientras tenga vida algún día sé que lo veré". Candy Candy.

- Llega Antoni y muere en un trágico accidente .

- Aparece el malote Terry, alcohólico por lo visto y que fumaba incitando a Candy a entrar en el mundo de las adicciones con el tabaco. Éste la deja por Susana, la cual quiere suicidarse cuando Terry descubre que está enamorado realmente de Candy y no de ella.

¿Cuál es el mensaje? ¿Dependencia emocional?

La verdad que no sé cómo somos mujeres independientes y que no toleramos tonterías como éstas. Bueno, el secreto está en las casas y la responsabilidad de nuestros padres que nos enseñan valores que nos definen.

Pero es que ahora no solo es la dependencia emocional, ahora es fomentar desde pequeños el hábito de fumar y beber, y eso es lo peligroso. Aunque la cerveza sepa a mantequilla y los cigarros sean de chocolate, al final es una captación subliminal de los futuros adictos.

Nos toca como padres estar alertas en todo, porque un adicto no solo disfruta el colocón, ese hábito de empezar a pensar a consumir, ir por la sustancia y luego colocarse es el proceso de placer que se busca.

Tenemos más que nunca que estar alertas, pero desde el conocimiento, el amor y el respeto.

Suerte y que Dios nos acompañe en estos tiempos para la crianza de nuestros hijos.

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