Por una mejor ciudad
Durante años hemos sufrido el deterioro gradual y progresivo de Santo Domingo, pasando de ser una aldea de pequeñas calles a convertirse en una ciudad receptora de población que emigra de sus provincias para mejorar sus condiciones de vida. Esta transformación no ha incluido los ajustes pertinentes para la nueva realidad acarreando consigo el deterioro de todo el sistema de movilidad urbana y convirtiendo la capital de la nación en el centro de los mayores conflictos del país en materia de tránsito y transporte.
Este caos impregnado en el Santo Domingo chiquito se irradia hacia el grande, tocando los municipios que rodean al Distrito Nacional, aumentando el impacto de esta situación el cual adquiere ribetes de tragedia en la medida que se deteriora la gestión del tránsito y aumentan los entaponamientos, impactando la cotidianidad de residentes y visitantes.
Una nueva oportunidad emerge en este nuevo año, ante la propuesta del Foro de Movilidad impulsada por el Listín Diario, donde entidades gubernamentales, la academia, el sector empresarial, gremios y la ciudadanía en general, han dicho presente con la esperanza de conciliar acciones que superen el caos actual y permita definir un horizonte de soluciones a corto, mediano y largo plazo para construir una mejor ciudad.
Luego del momento en que se aprobó la Ley 63-17 en la cual se creó el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), el Foro de Movilidad se convierte en el paso clave para conciliar las múltiples propuestas que durante los últimos años han sido presentadas por diversos sectores, con el fin de que las mismas sean integradas en un Plan de Intervenciones para la Movilidad Urbana del Gran Santo Domingo. Este plan es la vía para colocar soluciones concretas en aquellos puntos de la geografía urbana que requieren de una infraestructura física, tomando en consideración el impacto de la intervención en el entorno urbano.
Hasta el momento encontramos en diversos documentos, una serie de propuestas orientadas a la mejora del transporte colectivo, la renovación del parque vehicular, la construcción de nuevas infraestructuras, la integración tarifaria y la articulación de los distintos modos de transporte, las cuales requieren ser reforzados con una estrategia para la gestión del tránsito que reduzca las entradas al Distrito Nacional, limite el uso de ciertas vías a modalidades de transporte específicas y reduzca el uso del transporte privado, siempre y cuando existan alternativas para movilizarse.
Para garantizar los resultados de este plan se requiere en primer lugar establecer con precisión el modelo de gobernanza, fortaleciendo el binomio gobierno nacional y gobiernos locales, bajo la coordinación nacional del INTRANT como órgano rector del sistema de movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial del país (Art. 8, Ley 63-17). Y, en segundo lugar, garantizar el financiamiento de los proyectos para la realización de las inversiones necesarias que contribuirán en mejorar el sistema de movilidad urbana de esta importante zona metropolitana.
Es tiempo de que la generación de las últimas décadas, que ha estado eximida de los paseos peatonales por Santo Domingo, con la imposibilidad de disfrutar el espacio público, la cual ha vivido el riesgo de conducir por sus calles y sufre los entaponamientos que se producen con frecuencia por cualquier rincón de la ciudad; pueda vivir una nueva era en la capital y para ello es fundamental reconquistar la movilidad urbana, de manera que en lugar de ser un piedra de tropiezo para la ciudadanía, se convierta en un instrumento para tener una mejor ciudad.