Tribuna del Atlántico

Ojo al 24

Y no me refiero aquí a un terminal para la lotería, ni a una fecha de nacimiento, sino al año, a ese que viene caminando al encuentro nuestro en pocos días, el 2024.

En este país, la tentación primera, cuando uno se sueña con alguien es preguntar su fecha de nacimiento, y ahí están entonces, las 73 mil bancas de lotería registradas, “y, un chin más”, con las no reguladas, propiedad hasta de legisladores, para probar suerte en cualquiera de los 19 sorteos diarios a los que se juega en todo el territorio.

Sin embargo, no es a esa suerte a la que voy a referirme ahora, me refiero a la del país en este año electoral en el que muy bien pudiera uno recordar a Facundo Cabral, que cuenta que su madre, al conocer al presidente argentino de la época y este preguntarle si podía servirle en algo, le contestó: “Con que no me J… es suficiente”, siéntase en libertad de traducir la J, por molestar, perjudicar o “fuñir”.

Y es que el gran reto del Gobierno, el Banco Central y del país en su conjunto, es que el año electoral no empeore las cosas para las grandes mayorías, que mantengamos la estabilidad macroeconómica de la que hemos hecho galas durante años, por ejemplo.

El 2023 estará cerrando con un crecimiento de la economía que es el más bajo en décadas, producto de los ajustes, post pandemia, lo que supone un reto importante para reencauzar una de las piezas claves de nuestra estabilidad. Ni que decir de la necesidad de impulsar la producción agrícola.

La CREES, advierte, junto a otros sectores sobre el peso de la creciente deuda pública del país, que ya representa el un gasto del 25% de los ingresos tributarios.

Se sabe que en años electorales, se corre bastante la tuerca del gasto público, en aras de obtener el favor de los electores.

El presidente ha sido enfático en pedir a sus funcionarios, un manejo escrupuloso de lo recursos para que en las labores electorales no se haga uso de recursos públicos. Cómo sabemos, no basta con la advertencia del ejecutivo, será necesario siempre el ojo ciudadano, para que ninguno se tome licencias en ese aspecto.

Reencauzar el comercio con Haití, manteniendo el control migratorio es un tema esencial.

Ahora que celebramos, los 10 millones de visitantes, porque turista es, según la OMT, el que duerme, allí donde no reside, es de esperar que el crecimiento en ese sector se mantenga, que finalmente logremos que destinos como Puerto Plata, Samaná y La Romana, superen los niveles de llegadas aéreas de antes de la pandemia, como lo han logrado los aeropuertos de Punta Cana, Las Américas y El Cibao.

En 2024, a la par de los procesos electorales de febrero y mayo, debemos mantener el ojo puesto, en la delincuencia, que es algo más que tasas de homicidios, esa que se expresa en asaltos a mano armada para despojar a jóvenes y viejos de celulares, carteras, motores, de día y de noche, aquí y allá.

El ojo no puede moverse de las acciones para proteger la vida de las mujeres dominicanas víctimas de violencia intrafamiliar, que con tanta frecuencia cuesta sus vidas.

Y como viene reseñando el Listín, el 24, debe ser el año, en que comencemos a frenar la estela de muertes que nos dejan, la conducción temeraria, las imprudencias, irrespeto a la ley y la falta de protección de conductores de motores y pasolas.

No son los únicos temas a los cuales atender, pero son parte de la carta del 2024.