editorial

¡Paren esos motores por unos días!

Si de las 19 muertes en el feriado de Nochebuena, 17 correspondieron a motoristas, es preciso, entonces, evitar que otra ola luctuosa ensombrezca el país en el último asueto del año.

Así como las autoridades prohibieron la circulación de vehículos pesados desde el sábado 23 hasta el martes 26, medida que se volverá a aplicar este fin de semana, también deberían incluir a los motores y pasolas.

Con excepción, por supuesto, de los que trabajan y son identificados como motoconchos o delivery, pero sólo hasta las 8:00 de la noche de esos tres días.

El propósito es minimizar los riesgos de accidentes que dejan saldos de muertes y lesionados, como los que se produjeron en traslados de motores el pasado fin de semana, y que son frecuentes cualquier día.

Razonablemente, es más saludable adoptar esta precaución a modo experimental que volver a presenciar otra cadena de accidentes por culpa de las imprudencias en las vías públicas.

Para colmo, y no es exagerado decirlo, más del 80 por ciento de los motores circulan sin luces traseras y, por igual, la mayoría de sus conductores no usan cascos protectores.

Si consideramos que semanalmente la racha de accidentes trágicos en motores se origina entre viernes y domingo, desde las 10:00 de la noche, con más razón se justifica imponer estas restricciones temporales.

Muchos salen a beber o a drogarse en esos días no laborables y esto eleva la peligrosidad de su circulación en este período que, precisamente, aprovecha la gente para festejar y despedir el año a toda rienda.