mi palestra
El precio de la democracia
Esta democracia nuestra, imperfecta si se quiere, pero que es la que pudimos hacer con mucha sangre, sudor y lágrimas merece ser cuidada y robustecida.
En su nombre y bajo su amparo se han cometido actos repudiables. Bajo su sombrilla nacieron cuantiosas fortunas y maldades que han perjudicado al pueblo dominicano.
La democracia ha servido para destapar y hacer nacer ambición desmedida de poder y, obnubilados, pretenden en nombre de una supuesta desmemoria nacional volver por sus fueros, volver a mentir para lograr el propósito malsano de desgobernar un país ya saqueado. La democracia merece respeto, la sangre y las lágrimas derramadas por igual y el recuerdo de hombres como Juan Bosch ser guía y ser faro. Si lo olvidaron e irrespetaron desde el poder, por lo menos dejen de usar su nombre y su historia.