La iglesia no discrimina sus fieles
Nunca ha existido en la Iglesia discriminación a las personas por razones de ningún tipo cuando asisten a los cultos católicos.
Iglesia, que significa asamblea, es en nuestro caso la reunión para rendir culto a Dios, nuestro señor Jesucristo.
Con el pasar de los tiempos la Iglesia ha tenido que organizarse mundialmente para llevar el mensaje cristiano de la evangelización y esto ha implicado crear un marco organizado de vínculos formales con gobiernos y organizaciones internacionales de derecho público.
Ricos y pobres, hombres y mujeres a través de los siglos se han reunido a rendir culto a la palabra enseñada desde los inicios del Cristianismo y de acuerdo con la Doctrina Católica Universal.
En las Misas y otros actos litúrgicos todos los fieles sin ningún tipo de discriminación han recibido la bendición de parte de los prebisteros y sacerdotes, de obispos, cardenales y hasta del Papa, heredero del timón de la barca de San Pedro. Ahora también en la actual época, con movimientos y cambios culturales, la Iglesia Católica Romana y Universal bendice a todos los congregados, conforme a la doctrina, las normas y enseñanzas de la Iglesia.
Siempre es
y ha sido así.
Sin discriminar a nadie, no importa de en cual autodenominación personal se trate conforme a las corrientes culturales.
Durante siglos y siglos la Iglesia Católica, Apostólica y Romana ha abierto sus puertas a todos los seres humanos, blancos, negros, amarillos y de tantos otros colores que se atribuyen a la piel o a la raza, sin discriminar a nadie.
Los estados en Europa
La época en que vivimos ha producido algunos cambios culturales que han asimilado las sociedades y algunos Estados, sobre todo en Europa, y por respeto a los derechos humanos de las personas, y debido a las relaciones diplomáticas que mantiene la Santa Sede, que opera desde el Estado de la Ciudad del Vaticano, en Roma, Italia, la Iglesia también ha dado una muestra de tolerancia al reconocer una realidad, pero sin renunciar a sus principios y a la Doctrina Católica.
Así también en este marco de relaciones internacionales y respeto a los derechos humanos deben verse las recientes decisiones adoptadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe con el visto bueno del Papa.