Tribuna del Atlántico
Lecciones de las lluvias del año pasado
A propósito del diluvio del 4 de noviembre de 2022, en un artículo titulado, “Dos pesos de agua y un debate”, analizamos las consecuencias de esta tragedia que costó 9 vidas y como se pretendía suprimir el debate, bajo el argumento de no politizar la tragedia.
Este sábado 18 de noviembre se ha repetido la historia con un saldo de al menos 24 vidas, aún hay desaparecidos, dejando la sensación de un sistema que falla en la prevención de muertes, de lecciones no aprendidas y culpas repartidas.
Decía que; “El agua, como siempre, reveló nuestras miserias, las que están debajo del progreso que hemos construido en 50 años de crecimiento, en una ciudad que exuda modernidad en sus grandes edificios, sus plazas, sus túneles y elevados, hasta que llueve”.
Nueve de las muertes del sábado fueron el resultado de la caída de un muro en el desnivel de la 27 de febrero con Máximo Gómez. Un informe técnico del 1999 había establecido fallas estructurales en el mismo. 24 años después son el origen de la desgracia, nos dicen, y que no fue un fallo de mantenimiento, proclama el ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención. En enero del presente año una persona denunció una grieta en el desnivel, del otro lado. ¿No debió provocar esa denuncia,una revisión de toda la estructura? Se ha dicho que la caída de la pared en el desnivel en Santiago, debió provocar una revisión en todas las estructuras similares. Ahora se anuncia una comisión para eso.
La caída del muro fue el resultado de horas y horas, de lluvia, en las que como demuestran videos que han circulado profusamente, se observa una salida inusual de agua de esa estructura.
¿No era señal suficiente para suspender el tránsito en la vía?
El Listín reseña que de 2020 a esta fecha se han realizado 28 mantenimientos a esas estructuras, se supone que las mismas se hacen con la supervisión de personal técnico calificado, ¿Nadie notó ninguna fisura, ni nada irregular?
Los fallos del Ministerio de Obras Publicas, son numerosos, ahí está el Puente Duarte, que ha necesitado varias intervenciones, luego de su reparación en esta administración, en la Gustavo Mejia Ricard con Luperón, se produjo un socavón en un tramo reparado en septiembre.
En Puerto Plata, el puente de Cangrejos, luego de una denuncia en las redes sociales, fue evaluado por un equipo técnico de la Onesvie, que recomendó su intervención inmediata, pero, hubo que esperar a que una de sus vigas colapsara, para disponer su cierre, la solución lleva casi 2 años, ahora se anuncia su inauguración para el 16 de diciembre.
El sábado es evidente que todo lo que podía salir mal, salió mal. Los defensores del relato oficial alegan que durante varios días se avisó de las lluvias. El popular bachatero, Chicho Severino, diría, “Gran cosa Chicho”, porque no se dispuso ni el cierre de actividades, ni de pasos a desnivel, ni de nada, sino hasta la noche del sábado, cuando ya el saldo fatal era el que conocemos. La gente no reacciona por sí misma, si no hay una disposición concreta.
No voy a atribuir eso a la boda del hijo del general Juan Manuel Méndez, quien ha prestado un gran servicio al país al frente del COE, pero el sábado falló el COE y falló el Gobierno, con un saldo trágico evitable de 24 vidas.
¿A quien se esperaba para tomar las decisiones. al general, al presidente?
¿Acaso no era evidente desde temprano que el nivel de lluvias sería grande?
El Listín advirtió 9 días antes, del impacto de los fenómenos atmosféricos, las propias autoridades del sector han advertido del impacto del cambio climático en el país.
Qué hicimos con la experiencia que debieron dejarnos los Dos pesos de agua, del cuento de Bosch, que cayeron el año pasado, gestionada por el mismo equipo.
Hace años que se habla de la posible ocurrencia de un sismo mayor en el país, ¿Qué estamos haciendo para prevenir desgracias, si eso ocurre?
El director de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vunerabilidad, (Onesvie) Leonardo Reyes Madera, decía en el programa Solo para mujeres, según reseña el periódico Hoy, que, “Te voy a poner un ejemplo: evaluamos el Hospital de las Fuerzas Armadas. Se le dieron dos soluciones estructurales para evitar que el edificio colapse ante un terremoto de magnitud de 7.5, como el que estamos esperando… Están gastando millones de pesos en remozamiento y no han gastado un centavo en el refuerzo (de la edificación). ¿Qué te dice a ti eso? Por Dios, por Dios”. Reyes Madera, cuestionó el tiempo de respuesta a las víctimas del colapso de la 27 de febrero. Él también habla de mantenimiento y prevención, algo debe saber de esas cosas.
A raíz del terremoto de 2003 en Puerto Plata, se evaluaron numerosas estructuras críticas del país, hospitales, escuelas, puentes, ¿En cuáles se han aplicado las soluciones estructurales recomendadas?
¿A quién culpamos por la cantidad de parqueos soterrados que quedaron anegados por las aguas, incluso en torres de relumbrón?
¿Cuántos años tenemos hablando del drenaje de Santo Domingo y de las principales ciudades del país?
En este año, ¿Qué se hizo. Se limpiaron al menos los existentes?
En agosto se anunció la adquisición de dos radares Doppler, meteorológicos, que estarán instalados en 9 meses, un paso importante, sin dudas.
Sería una necedad negar el impacto del cambio climático en estos fenómenos, nadie duda que son la causa principal de estos diluvios y que la fuerza de la naturaleza se impone, muchas veces, al desarrollo humano, pero debemos mejorar nuestra capacidad de respuesta y de mitigar sus efectos.
Eso debimos aprender en este año, luego de los dos pesos de agua del 4 de noviembre del 2022.