En nuestro país, lo urgente posterga lo importante y las elecciones posponen lo fundamental. Es lo que ha ocurrido con la postergada -pero urgente- reforma a la ley de Seguridad Social o el establecimiento del Sistema Nacional de Salud de Atención Primaria.
Precisamente para hablar de estas posposiciones, en el matutino A Diario (Sentido 89.3 de RCC Media) localizamos al presidente del Colegio Médico, Senén Caba, pero fue inevitable no tocar el llamado a paro que el gremio había anunciado para hoy jueves y mañana viernes, y dejarían sin servicios de salud, -salvo las emergencias-, a los afiliados al régimen contributivo al que pertenecen los empleados formales de nuestra economía.
Pero resulta que más del 90% de los empleados formales reciben un salario menor a los cuarenta mil pesos, lo que significaba afectar a grandes masas de pobres y miembros de la baja y vulnerable clase media del país, justo en el momento en que el dengue avanza peligrosamente, y cada vez son más escasas las camas disponibles en clínicas y hospitales, incluidas clínicas del polígono central, lo que es una señal de la gravedad de lo que ocurre en el resto del país.
En medio de la conversación, sugerimos al líder de los galenos la posposición de los paros. La propuesta generó tensión y aceleró al diálogo, sabido como se sabe que el Dr. Caba es hombre de armas tomar, vehemente y “mecha corta”, pero a quien, a la vez, adornan calidades médicas y humanas por todos reconocidas. La sangre no llegó al río.
Como se sabe, en el transcurso del día, consultada la dirección del gremio, este decidió dejar sin efecto los paros. Una correcta y sensata decisión que debería servir para que otros gremios profesionales (y aquí es imposible no pensar en la ADP) recuerden y tomen en cuenta lo que griegos y romanos enseñaron al mundo hace ahora algo más de dos mil años, que “primero está Dios que su santo”, que “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, que “la voz del pueblo es la voz de Dios”. En fin, que primero está el pueblo dominicano que los intereses de sindicatos, gremios, colegios, partido y/o gobiernos.
La decisión es sensata y humana. Saber escuchar aumenta la autoridad moral y la credibilidad de los gremios para luchar por los suyos. “Bien por ti”.