No es racismo, es supervivencia

Si Haití fuera un país musulmán en estado de guerra y con un millón de ellos viviendo en el país, tendríamos que hacer exactamente lo mismo. Proteger la frontera y deportar a todos los ilegales que entran por montones. Lo mismo sucedería si fueran ciudadanos hindúes o asiático. No hay diferencia.

Las organizaciones que defienden a la comunidad haitiana en Republica Dominica exigen que se detengan las políticas migratorias racistas y violatorias de los derechos humanos.

Las comunidades de inmigrantes tienen derecho a proteger a sus conciudadanos que viven ilegalmente en el país y evitar las deportaciones.

En primer lugar, no tenemos una política migratoria racista ni se violan los derechos de los inmigrantes. Es un asunto de seguridad nacional, de identidad, de autodeterminación y de supervivencia, para evitar el contagio de un país vecino ingobernable y sumido en la violencia.

¿Quién asegura que miembros de las bandas no se están infiltrando en nuestro territorio? ¿Quién asegura que en un futuro cercano miles de haitianos no pasen de las protestas pacíficas a la acción para exigir sus derechos? ¿Quién asegura que muchos de esos inmigrantes no entran armados para expandir su accionar delictivo en nuestro país?

Haiti

Haiti

En segundo lugar, nos están presionando desde el exterior para que seamos flexibles con los inmigrantes haitianos que llegan en masa huyendo del hambre, de la inseguridad y de la falta de empleo.

Las organizaciones de derechos humanos, encabezadas por nuestro principal aliado, Estados Unidos, quieren mostrarnos como insensible, racistas y violadores de los derechos humanos. Pero nada de eso debe detener nuestra firme política migratoria.

En tercer lugar, por cada deportado, entran dos ilegales, lo que nadie puede impedir, y tendremos en pocos años 2 millones de haitianos residiendo en el país, pero aun así quieren mas flexibilidad. Quieren unificar la isla y eso jamás sucederá.

No olviden el credo de Louverture: La isla es única e indivisible.

Somos un punto en el globo terrestre. Casi invisible, con 10.5 millones de habitantes y más de un millón de haitianos y aumentando.

Es absolutamente imposible que la economía soporte ese peso ya que los haitianos que viven en República Dominicana más que duplican la demanda de empleos que tradicionalmente han complementado la mano de obra dominicana.

¿Qué hace el resto para sobrevivir? Nada, porque su nivel educativo es mínimo, pero están mejor que en Haití y eso incentiva que más ilegales crucen la frontera.

SEÑORES, CUIDEMOS EL PAÍS Y A LOS TRAFICANTES, 20 AÑOS DE CÁRCEL.

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